COP28: Sorpresa en la agenda, lagunas en acuerdos y una Costa Rica sin protagonismo

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María Laura Molina Cordero
- marialauramolinacordero@gmail.com

Aunque no se tenía previsto, la COP28 terminó siendo sobre cómo abandonar los combustibles fósiles. Esta fue una de las sorpresas de este evento celebrado en Dubái y en el que Costa Rica ha perdido el protagonismo de años anteriores.


Antes de que la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) diera comienzo, las expectativas de sus asistentes se centraban en que las negociaciones del encuentro se enfocarían en un tema principal: el debate sobre el Fondo de Pérdidas y Daños para los países más vulnerables, pero este asunto se resolvió en solo el primer día. Entonces, ¿hacia dónde se dirigió la conversación después?

Así arrancó la COP28, un evento marcado por expectativas, sorpresas, una participación costarricense poco activa y ciertos vacíos en los acuerdos, tal como lo describió el periodista y editor de Climate Home News, Sebastián Rodríguez, en entrevista con Interferencia de Radios UCR.

Según relató Rodríguez, durante la sesión plenaria de apertura, el primero de diciembre, los delegados acordaron poner en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños, un financiamiento diseñado para que los países más vulnerables al cambio climático puedan lidiar con los impactos inevitables de esta crisis.

Este fondo, cuya gestión estará a cargo del Banco Mundial, recibió compromisos inmediatos de contribuciones por parte de la Unión Europea, el Reino Unido, Estados Unidos y otros países, sumando un total de aproximadamente $400 millones. Sin embargo, las contribuciones a este fondo son voluntarias, por lo que los países desarrollados no están obligados a destinar dinero a él.

Además, según la organización mundial de derechos humanos, Amnistía Internacional, las donaciones iniciales apenas son suficientes para poner en marcha el fondo. Esta organización también señaló que la elección del Banco Mundial para esta gestión ha sido objeto de críticas por parte de la sociedad civil, que expresa su inquietud ante la ausencia de salvaguardias de derechos humanos en su modelo de financiamiento.

Pero, ¿qué ocurrió después de que el tema que se anticipaba como central se resolviera el primer día? Entró un jugador inesperado: el debate sobre el uso de los combustibles fósiles.

Hacia al abandono de combustibles fósiles 

La COP28 tuvo lugar en Dubái, una de las ciudades de los Emiratos Árabes Unidos, el cuarto mayor productor de gas natural licuado a nivel mundial, según detalló Rodríguez. A pesar de esta condición, el enfoque de la conferencia se centró en explorar estrategias para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, los principales impulsores del calentamiento global y el cambio climático.

Este debate finalizó en un acuerdo final donde los países  propusieron una transición para abandonar todos los combustibles fósiles en los sistemas energéticos de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crucial.

“Nunca en la historia se había mencionado en un texto de estas reuniones de Naciones Unidas y esta es la primera vez que esto sucede. Se logró incluir el tema de una forma controversial, es más de lo que teníamos antes, pero es menos de lo que se pudo haber conseguido”, afirmó Rodríguez.

El texto del acuerdo final propone dejar atrás los combustibles fósiles, sin embargo, incluye “salvaguardas” para los países petroleros, explicó el periodista.

Según Rodríguez, el acuerdo hace mención de los “combustibles de transición” sin proporcionar una definición precisa de este término. Observadores y expertos interpretaron esto como una referencia al uso de gas natural, que, aunque es menos contaminante que el carbón, no resulta suficiente para alcanzar las metas establecidas, indicó el periodista.

El texto también aborda la aceleración de tecnologías como la captura de carbono, identificada por Rodríguez como otra propuesta con lagunas. Esta tecnología se emplea en la industria de combustibles fósiles para la extracción mejorada de petróleo. Consiste en capturar el dióxido de carbono (CO2) liberado durante la combustión de combustibles, reintegrarlo en el subsuelo, aplicar presión al suelo y así facilitar la extracción adicional de petróleo.

De hecho, Global Witness, una organización no gubernamental dedicada a romper el vínculo entre los recursos naturales, los conflictos y la corrupción, ha señalado que la captura de carbono no funciona a escala. “Más del 80% de los proyectos propuestos a nivel mundial han fracasado y actualmente las tecnologías de captura de carbono se utilizan principalmente para extraer más petróleo”, indicó la organización en un artículo.

Además Global Witness agregó que: “las empresas de combustibles fósiles están utilizando la industria de captura de carbono para infiltrarse en las conversaciones y políticas internacionales sobre el clima. Su enfoque no es sutil, pero sí eficaz”.

El editor de Climate Home News analizó que todas estas metas solo quedan plasmadas en el papel si no hay un compromiso financiero fuerte por parte de los países desarrollados para garantizar que la transición no represente consecuencias económicas para el resto de las naciones. Este aspecto quedó ausente en el texto final del acuerdo.

“Si no hay un compromiso financiero, va a ser muy riesgoso para un país dependiente de petróleo anunciar que de pronto va a dejar esas inversiones. Los mercados externos los van a castigar, se vuelve más caro el acceso a apoyo financiero”, explicó el periodista.

¿Perdió Costa Rica su protagonismo en la COP28?

El país estuvo representado por una delegación de 27 funcionarios en la COP28, incluyendo al ministro de Ambiente y Energía (Minae), Franz Tattenbach Capra, al de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Luis Amador Jiménez, y al canciller, Arnoldo André Tinoco.

Sin embargo, según Rodríguez, en esta ocasión el país no alzó la voz como lo ha hecho en el pasado. El periodista relató que en los momentos más cruciales, cuando los países tenían la oportunidad de posicionarse y respaldar propuestas en defensa de las generaciones futuras, “en ningún momento aparecieron representantes costarricenses”.

“Costa Rica es un país que tiene la trayectoria y el compromiso histórico de haber defendido en muchos caso las opciones ambiciones y más irreales para muchos otros países, y no es que lo paró que de hacer, pero el peso político que puede ser tener al presidente o ministro en una sala, es completamente distinto”, agregó.

Al papel que jugó el país en esta COP, se suma la decisión de Costa Rica de dar la espalda a la Alianza BOGA, o Alianza para ir Más Allá del Petróleo y el Gas Natural,  a pesar de haber sido un líder y fundador de dicha coalición.

En esta ocasión ,la alianza impulsó que la COP28 acordara la eliminación gradual de todos los combustibles fósiles para limitar el aumento de la temperatura a un máximo de 1,5 grados centígrados  y alinearse con los objetivos del Acuerdo de París.

En la COP anterior, se repitió la situación cuando el jerarca del Minae expresó que BOGA no forma ni formará parte de las prioridades del actual Gobierno.

BOGA fue presentada durante la cumbre de Glasgow (COP26) y cuenta con Dinamarca y Costa Rica como fundadores. Francia, Groenlandia, Irlanda, Islas Marshall, Portugal, Quebec (Canadá), Suecia, Tuvalu, Vanuatu, Gales (Reino Unido) y el estado de Washington (EEUU) son  miembros principales, mientras que California y Nueva Zelanda como asociados. Colombia, Chile, Fiji, Finlandia, Italia y Luxemburgo figuran como “amigos” de la alianza.

¿Para qué son necesarias la COP?

La COP tuvo su primera reunión en Berlín, Alemania, en marzo de 1995. Desde entonces, se lleva a cabo anualmente, alternando su sede. En estos eventos, participan los 197 países que ratificaron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Para Rodríguez, estos foros son la única forma de coordinar esfuerzos globales para afrontar el cambio climático:

“Si no existieran, habrían muchos esfuerzos aislados, pero lo cierto es que es un problema global  y, si no hay coordinación global, no se va a lograr”, explicó el periodista.

Rodríguez también destaca la necesidad de plantear si se puede delegar a las COP la responsabilidad de reducir emisiones. Para él, esta responsabilidad es compartida entre todos los gobiernos, empresas privadas y actores no estatales, ya que cada uno desempeña su papel en la implementación de las políticas discutidas en estos eventos.

“El rol de una COP es que todos se pongan de acuerdo en hacer algo coherente, pero no es el rol de una COP implementar las políticas (…) Ahí se generan conversaciones que no existirían en este momento si no fuera porque tomaron fuerza en la COP”, agregó.

La próxima conferencia climática de Naciones Unidas, la COP29, se realizará en Azerbaiyán, un país asiático reconocido por su importante producción de petróleo.

 

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