Hace casi 12 años, en 2013, se aprobó la compra de 118.000 metros cuadrados de un terreno en El Guarco de Cartago para la construcción del nuevo hospital con aproximadamente 450 camas para la zona. Esta construcción, con una inversión de 300 millones de dólares, que ha sido atrasada y rodeada de polémica por los riesgos sísmicos y de inundaciones que presuntamente presenta el terreno.
Actualmente, se encuentra en discusión si el proyecto posee los avales necesarios por parte del Ministerio de Salud, la Comisión Nacional de Emergencias y la Secretaría Técnica Nacional Ambiental. Una de las entidades más prominentes que cuestionan la viabilidad de este proyecto han sido la Asociación Pro-Hospital de Cartago. Como menciona la diputada Paulina Ramírez, esta Asociación hizo que se atrasara la construcción por las constantes denuncias, por ejemplo, una se realizó sobre el proceso de contratación administrativa, otra denuncia se hizo mediante la Defensoría de los Habitantes y otra más ante el Tribunal Contencioso Administrativo sobre el uso de suelo.
Parafraseando a la diputada Ramírez surgen nuevos estudios con los cuales la Asociación justifica su punto sobre la falla sísmica del terreno, generando un cuestionamiento de objetividad debido a que quienes realizan estos mismos estudios son geólogos de la misma Asociación Pro-Hospital, no una tercera entidad imparcial. Esto dio como resultado que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) consolidara una nueva comisión para la revisión de este tema.
Desde la perspectiva del ingeniero geotécnico Gastón Laporte, quien participó del equipo multidisciplinario ejecutando los diagnósticos de la amenaza sísmica, de estudio tectónico, geológico y estudio geofísico; se conocía el riesgo de la zona.
“Nosotros desde el puro principio definimos y así lo hicimos, de que existe una falla activa y que pasa debajo, digamos, la falla principal pasa de unos 300 metros al norte del lote, pero hay dos ramales de la falla, de los cuales uno pasa justo debajo del lote. Entonces eso no se ha ocultado.ni se ha minimizado, se tomó en cuenta”, Gastón Laporte, geotécnico.
Laporte mencionó que hay 40 metros de sedimentos de características plásticas (fango) como arcilla; lo cual mediante un análisis de modelo finito lograron establecer que “ese es la atenuante o la ventaja que tiene el sitio. Más bien parece contradictorio que se diga que entre más barro, más arcilla hay, cuando es realmente para efectos de cimentación en negativo, pero en este caso es más bien el colchón que va a amortiguar cualquier movimiento de la falla”.
A pesar de las pruebas y los estudios proporcionados, aún se encuentran en discusión la seguridad a nivel sísmico del lote adquirido. Este debate que atrasa el avance del proyecto sucede simultáneo a las largas filas y la saturación del centro médico actual en la zona de Cartago, que abarca un aproximado de setecientas mil personas.
“Lo más grave de esto no es solamente pedir de que se construya el hospital, es que están en riesgo todas las vidas de todos los cartagineses…”, Paulina Ramírez, diputada.
Este constante cuestionamiento y atraso, que baila entre la línea de lo técnico y lo político, está afectando a la población de Cartago que llevan doce años a la espera de este nuevo hospital.
Mario Redondo, Alcalde de Cartago indicó que cuando se pregunta ¿Qué tan urgente es el hospital? es “urgentísimo”. Para Redondo cada día que pasa y que se retrasa este proyecto puede provocar la pérdida de vidas que no pueden recibir la atención adecuada. Además, hace un llamado para “unirnos todos sobre el objetivo de cómo garantizamos que el hospital se pueda viabilizar a la mayor brevedad posible”.
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