Microplásticos, el enemigo silencioso de nuestros mares

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Ambar Segura Vargas | ambar.segura@ucr.ac.cr
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De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) cada año se producen a nivel mundial más de 400 millones de toneladas de plástico y menos del 10% se recicla.  

Con el pasar de los años se ha convertido en lo habitual ver en playas y mares basura plástica, pero ¿es esa toda la basura que hay? Lastimosamente no. Nuestros mares están plagados de microplásticos, que son pequeñas partículas de plástico de hasta 5 milímetros de longitud. Estos proceden de distintos tipos de materiales, desde llantas hasta productos de belleza.  

 Dependiendo de su procedencia, los microplásticos se pueden dividir en dos categorías. Los microplásticos primarios son aquellos que se crearon con el tamaño que se encuentran, comúnmente son utilizados como materia prima para crear otros tipos de plástico de mayor tamaño.  

 Por otra parte, se encuentran los microplásticos secundarios. Estos derivan de plásticos de mayor tamaño, como por ejemplo de botellas, bolsas, trozos de estereofón, así lo explicó el especialista en basura marina, Juan Guillermo Sagot. 

 Según Sagot por medio de investigaciones han identificado que cada vez está ingresando más basura a los océanos y mares. “Aquí en nuestro país, por ejemplo, tenemos que cerca del 80% de residuos sólidos que se generan en el Gran Área Metropolitana van a dar a la desembocadura del Río Grande de Tárcoles”, manifestó el experto. 

MICROPLÁSTICOS POR TODOS LADOS 

MICROPLÁSTICOS EN LOS MARES
Se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en mares, lagos y ríos. Por año, el lavado de ropa por sí solo provoca que lleguen a los mares unas 500.000 toneladas de microfibras de plástico, el equivalente a casi 3.000 millones de camisas de poliéster. Foto con fines ilustrativos, Getty Images.

La principal característica de los microplásticos es que son sumamente resistentes en el tiempo, por lo que su proceso de desintegración puede durar hasta 400 años. “Recordemos que los microplásticos están formados por componentes químicos. Es importante resaltar esto porque cuando encontramos estas partículas en alimentos, también estamos consumiendo estos químicos”, dijo Sagot. 

De acuerdo con investigaciones de nuestro país, se han encontrado microplásticos incrustados en el sistema digestivo de animales marinos. Debido a esto cuando consumimos estos mariscos es posible que las partículas plásticas ingresen a nuestro organismo. 

El especialista explicó que por medio de investigaciones se ha identificado qué pasa con este consumo y qué impacto tiene en la salud de las personas. “Hay muchos estudios que comprueban y corroboran la presencia de microplásticos en la sangre humana, en placentas y en tejidos musculares”. 

Escuche la entrevista completa sobre este tema que se realizó en el programa Una hora con la salud. 

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