Todas las personas sabemos la importancia del botiquín pero no todas lo conformamos correctamente. Su efectividad en caso de accidentes depende de una correcta elección de su contenido, y un mantenimiento periódico.
El botiquín es más que un maletín en donde ponemos curitas y algunas pastillas. Este debe contener todos aquellos materiales que nos permitan atender un accidente de forma inmediata, ya sea para curarlo, o mientras esperamos ayuda de una persona especialista.
Pero ¿Qué poner ahí? ¿Dónde colocarlo? ¿Cómo manejarlo? El doctor de la Oficina de Bienestar y Salud de la Universidad de Costa Rica, Allan Jiménez explica que la idea del botiquín es que podamos darle una respuesta inicial a esa persona que está necesitando algo.
“Lo más importante es saber que el botiquín es la primera respuesta antes de que lleguen los servicios de emergencia a atendernos”, por eso según Jiménez, hay que definir muy bien lo que vamos a incluir ahí y sobre todo darle el mantenimiento adecuado.
UN CONTENEDOR QUE SE ADECUE A SUS NECESIDADES
Lo ideal es poner todos los implementos de primeros auxilios en un contenedor que nos garantice que todo se va a mantener en buenas condiciones. Por eso Jiménez recomienda tratar de que este sea rígido y no tenga llave.
El tamaño del botiquín va a variar de acuerdo con las necesidades de cada casa. Si viven muchas personas en ese espacio, el botiquín debe ser más grande, pero si se trata de uno que se utilizará solo para una persona puede tener un tamaño menor.
Si bien hay una lista de materiales básicos que puede contener este implemento para emergencias, Jiménez recuerda que también su contenido va a variar de acuerdo con las características de cada población.
“Si en su casa cocinan más y están propensos a cortaduras o quemaduras, usted debería tomar en cuenta eso para construir su botiquín, lo mismo si viven ahí niños o personas adultas mayores”, explica Jiménez.
Para que se dé una idea de por dónde empezar, entre los materiales a tomar en cuenta para este botiquín están: rollos de gasa, vendas, esparadrapo, tijeras, baja lenguas, agua oxigenada, jabón suero fisiológico, alcohol y algodón, entre otros.
También se recomienda incluir medicamentos de uso cotidiano: tratamientos que tenemos para padecimientos crónicos, analgésicos y antialérgicos. En este rubro Jiménez recomienda asesorarse con una persona especialista en medicina sobre qué es lo necesario en mi caso en específico.
UN BOTIQUÍN QUE CONTENGA INFORMACIÓN Y SE LE DE MANTENIMIENTO
Este contenedor de emergencia debería tener además una serie de información básica: números de emergencias como el 911, bomberos, Centro Nacional de Intoxicaciones, además de la lista de padecimientos de las personas que viven en la casa, tratamientos e historial de alergias.
“El botiquín debe permitirnos darle información al personal de primera respuesta cuando llegan a nuestra casa a atendernos”- Dr. Allan Jiménez, Oficina de Bienestar y Salud, UCR.
¿Y su mantenimiento? Para que un botiquín cumpla con su objetivo, hay que asegurarse de que todo lo que contiene esté en buenas condiciones. Entonces hay que procurar almacenarlo en un espacio que quede lejos de la luz, humedad y que esté preferiblemente en un sitio de paso para que sea accesible en caso de emergencia, pero lejos del alcance de personas menores de edad.
Además Jiménez dice que es importante estar revisando que los insumos que están dentro del botiquín se mantengan en buenas condiciones: ver la fecha de vencimiento de las medicinas y la vida útil de artículos como el algodón, para que mantengan su condición estéril y pueda utilizarse para lo que se crearon.
La frecuencia con la que se revise ese botiquín también dependerá de las características de cada casa. “Si viven muchas personas en el lugar, es probable que haya una mayor manipulación de este botiquín, entonces habría que estarlo revisando de forma más frecuente”, indica Jiménez.
La recomendación general es verificar que todo esté en buenas condiciones al menos una vez al mes.
¿Y SI VAMOS DE VIAJE?
Invitemos a este nuevo integrante de nuestra familia. Según Jiménez “si lo que usted tiene es un botiquín pequeño, puede tomarlo y ponerlo en el carro o maleta”.
Si el que usted construyó es más grande puede tomar una cajita o un maletín impermeable y colocar los medicamentos para su tratamiento crónico, medicinas para alergias o analgésicos, para dolor de estómago, para la diarrea del viajero y para el control de heridas menores (gasa, vendas, esparadrapos, paletas de madera, entre otros).
Lo que se agregue de más o de menos, dependerá del sitio al que vamos a viajar. Si vamos a acampar, probablemente necesitemos más materiales que si vamos a quedarnos en un hotel.
El botiquín siempre nos va a ayudar a estar seguros de que tenemos con qué reaccionar en caso de accidentes.
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