79% de aprobación para el mandatario tras 100 días de gobierno coincide con un aumento en el apoyo al sistema democrático, aunque casi la mitad ve a diputados como obstáculos y un 35% cree que el mandatario no debe sujetarse a las sentencias judiciales.
La preocupación popular por el aumento del costo de la vida y el incremento del apoyo popular al sistema democrático condicionan el respaldo récord que recibe el presidente Rodrigo Chaves en sus primeros 100 días de gobierno, de 79% de la gente.
La primera encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) dimensiona la popularidad de Chaves, que no se compara con ningún antecesor en décadas, y de su gobierno, similar al del inicio del mandatario Abel Pacheco (2002), en un terreno marcado también por el apego a las reglas democráticas.
La encuesta se basa en 1.000 entrevistas por celular en la semana entre 16 y el 23 de agosto, que iniciaron solo un día después de que se realizó una marcha multitudinaria de las universidades públicas hacia Casa Presidencial para rechazar un recorte a los presupuestos y en momentos en que Chaves celebró su día 100 en el poder. El margen de error es de 3,1 puntos sobre la muestra total.
Además del amplio apoyo a Chaves como presidente y a su gobierno (71%), como han mostrado otras encuestas, este estudio revela que pasó de 6 a 7 el Índice de apoyo a la democracia, un indicador basado en respuestas sobre confianza en tribunales, respeto a instituciones, garantías de derechos individuales y aprecio por el sistema político del país.
Pese al fuerte cambio político del que es abanderado Chaves, a su arrastre popular y a sus frecuentes críticas a distintos actores políticos (prensa, magistrados, funcionarios públicos, partidos políticos, diputados), “no hay evidencia de que la sociedad costarricense tenga una mayor disposición de apoyar medidas que van en contra de las reglas establecidas”, concluye el informe del estudio de opinión.
Más bien hay señales de que el grueso apoyo a Chaves no es complaciente ni él goza de un cheque en blanco en caso de que quiera alterar las normas democráticas del país, explica el coordinador de la investigación, Ronald Alfaro, que caracteriza el momento político como “una prueba de estrés”.
Así concluye el investigador a pesar de que reconoce el peso del autoritarismo en un segmento considerable de la población costarricense, reflejado con cifras como las siguientes: 1) 45% de los encuestados señalan como “obstáculos” a los diputados actuales 2) 35% de la gente opina que Chaves no debería hacer caso a sentencias judiciales (sube a 45% si se consideran solo los que votaron por él o lo apoyan).
Además, 22% de los encuestados opina que Chaves y su equipo deben ignorar las leyes que supongan un obstáculo y 24% opina que debería marginar de las decisiones a los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa, frente a 74% que en sentido contrario ve necesario que trabaje con ellos.
¿Se revierte deterioro de últimas dos décadas?
En general el estudio resalta el “rebote” del respaldo al sistema político democrático en este año, después del proceso electoral de febrero y abril que derivó en el ascenso hasta el poder de un candidato desconocido al frente de un partido político debutante (Progreso Social Democrático, PPSD).
El respaldo a la democracia se incrementó a 70 puntos en una escala 0-100, similar al que se registraba a principios del siglo XXI, según el seguimiento que ha dado el estudio Latinobarómetro. Esa mejoría se da de manera generalizada entre los diferentes sectores de la población por sus características o su percepción sobre el gobierno, salvo un 5,6 en el pequeño grupo que califica como “muy mala” la gestión del gobierno.
De esta manera se revierte parcialmente el deterioro de los perfiles de mayor apoyo a la democracia: descritos como “demócratas liberales” y “demócratas semiliberales”, que respaldan con fuerza la legitimidad del gobierno sin importar de qué partido sea y medianamente tolerantes con las diferencias sociales. Al mismo tiempo se reduce ahora el peso de los “demócratas a medias” o “ambivalentes”, que poseen actitudes contradictorias con la democracia.
“No hay indicios de regresiones en materia de creencia ciudadana sobre la democracia durante la coyuntura previa y durante las elecciones”, sentencia el informe del estudio de opinión, que comparte datos el Latinobarómetro.
Esta valoración supera al señalamiento sobre el “obstáculo” que representan los diputados para el trabajo del Gobierno (50%), los partidos opositores (16%), la fuerza laboral de instituciones públicas (10%) y en cuarto lugar “la prensa” (7%), uno de los blancos favoritos para las diatribas presidenciales. Mientras tanto, solo 3,3% señala como “obstáculo” a las élites económicas, pese a numerosos mensajes de Chaves contra “grupos económicos poderosos”.
En este terreno se desarrolla el mandato de Chaves, caracterizado por su liderazgo de discurso duro y centralizado, de confrontación con ciertos sectores que considera adversarios, de frecuentes mensajes contra la corrupción y de promesas se cambio radical en el estilo de gobierno. Pese a recibir el voto de menos del 30% del electorado, su estilo y su estrategia de comunicación han logrado crear un clima popular a su favor.
El respaldo que recibe el gobierno actual (71%, ocho puntos menos que el de Chaves como figura) proviene de manera similar de los distintos grupos de población por género, edad, geografía o nivel educativo, aunque crece en el segmento de quienes aseguran haber votado por él en la segunda ronda (91%, frente a 57% de quienes votaron por Figueres).
Al compararlo con la serie histórica de encuestas CIEP-UCR, solo se ve otro momento de tanto apoyo a un gobierno, cuando 76% aplaudía la gestión de Carlos Alvarado en el momento de mayor alarma sobre la pandemia de Covid-19 (abril de 2020), aunque seis meses después se desinfló ese respaldo y acabó con un rechazo aún mayor que el que tuvo a inicios del cuatrienio.
La comparación con encuestas previas a la serie CIEP-UCR (que comenzó en 2013) permite ver circunstancias similares entre el gobierno de Chaves y el de Pacheco, advirtió Ronald Alfaro, aunque con un contexto económico y partidario diferente, además de diferencias en las dinámicas de discusión pública, ahora que espacios digitales le dan mayor velocidad y volatilidad.
Crece peso de ‘costo de la vida’ como mayor problema del país
El peso relativo del “costo de la vida” como problema del país aumentó en los últimos meses en Costa Rica y ahora es un 40% de la población el que así lo señala, dejando muy por debajo al desempleo (14,8%) y corrupción (11,7%).
La encuesta CIEP-UCR de agosto del 2022 muestra que el ‘costo de la vida’ se mantiene en el primer lugar que ya tenía desde marzo de este año, pero se incrementó cuatro puntos porcentuales y se diluyeron los señalamientos a otros problemas del país.
El precio de bienes y servicios era la mayor preocupación en marzo con 36,7% de señalamientos de las personas encuestadas, pero 20% respondía que era desempleo y 18%, la corrupción. En cuarto lugar la pobreza (6,6%) y en quinto la inseguridad (4%).
Ahora, en cambio, la inseguridad ocupa el cuarto lugar con 6,3% de las respuestas y el resto de problemas entran en la categoría (otros), según los resultados del estudio de opinión realizado entre el 16 de agosto y el 23 del mismo mes, al cumplirse 100 días del nuevo gobierno.
La respuesta de percepción popular es coincidente con el contexto de elevación de los precios, producto de las presiones económicas internacionales y de la estructura interna en algunos bienes o servicios. Se refleja en el mayor crecimiento de la inflación desde el 2009, con 11% interanual, especialmente en productos como los combustibles, agroquímicos y materias primas como los cereales, los cuales desencadenan efectos al alza en cientos de productos.
Por eso la inquietud de la población, al punto de que “costo de la vida” aparece también en primer lugar cuando se pregunta por el segundo mayor problemas del país y el tercero.
¿Y qué se puede hacer? “Nada”, contesta el 26% cuando se preguntó por la capacidad del gobierno de solucionar el aumento del costo de la vida, mientras 33% contestó que es posible una mejoría parcial y un 41% confía en que esta administración lo resolverá.
Las dificultades van más allá del precio de los alimentos, reconoce la población al referirse a la situación económica en general como “mala” o “muy mala” en un 79% del total, casi igual que el 83% de pesimistas que se reflejaba en abril del 2021. “Es decir, el cambio de gobierno no ha generado una mejora en las expectativas de las personas sobre la situación económica del país”, indica el informe del CIEP-UCR.
Universidades públicas obtienen mejor nota popular en momentos de inquietud
Las universidades estatales reciben las mejores notas populares en comparación con otras instituciones públicas o de servicio público, mostró la encuesta CIEP-UCR de agosto del 2020, en momento de tensiones por la negociación de los presupuestos con el Gobierno central.
Como se ha mostrado en estudios recientes, entre 7,8 y 8,3 oscilan las calificaciones que brinda la población a las cinco casas de estudio: Universidad Técnica Nacional (UTN), Universidad Estatal a Distancia (UNED), Universidad Nacional (UNA), Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y la Universidad de Costa Rica (UCR), en orden de menor a mayor.
Este respaldo de las universidades estatales se pudo ver reflejado en la multitudinaria marcha del martes 16 de agosto, en contra de una propuesta del Gobierno de recortar 24% los presupuestos para el 2023, a lo que desistió después de la movilización en la calle.
La negociación del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), sin embargo continuó en días siguientes y al cierre de esta edición no había aún un acuerdo entre las partes para el monto que se enviará a aprobación de la Asamblea Legislativa.
Después de las universidades públicas, la siguiente mejor nota popular la obtiene el Ministerio de Salud (7,4) y el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), con 7,2, justo arriba del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), con 7,1. El Ministerio de Educación sale con 6,8 y la Iglesia Católica, un 6,5, igual que la Caja del Seguro Social (CCSS).