Las mujeres votamos desde 1953, cuando después de luchar por este derecho lo conseguimos no sin el desdén de muchas personas que pensaban que “las mujeres no debían opinar de política”.

Desde entonces, el camino nos ha llevado de ser personas votantes a ser personas electas. En 1996, se reformó el Código Electoral para introducir la cuota de un 40% para mujeres, y aunque fueron necesarias una serie de mecanismos para garantizar esta cuota, hoy las mujeres nos encontramos con logros importantes que tiñen los comicios costarricenses:

En cada papeleta podemos leer los nombres de mujeres y hombres presentes para los cargos de elección popular gracias al mecanismo de alternabilidad: que asegura que se de una participación alterna de hombres y mujeres.
Tanto en las estructuras partidarias como en las nóminas de elección popular, deben existir mecanismos que aseguren los principios de igualdad, no discriminación y paridad en las estructuras, de lo contrario los partidos son sancionados.
Finalmente, estos logros no solo se visualizan en las urnas, pues se logró que exista una contribución estatal en períodos no electorales para capacitación política de hombres y mujeres en forma permanente, donde se impulsen las agendas de las mujeres y las discusiones de género.

Esta cultura política surge de un arraigado proceso educativo que empieza desde la niñez. Por esto, ha sido especialmente visible el esfuerzo de las elecciones infantiles llevadas a cabo en el Museo de las Niñas y los Niños, un trabajo coordinado entre el museo, el Instituto Tecnológico de Costa Rica, el Instituto de Formación y Estudios en Democracia (IFED) del Tribunal Supremos de Elecciones y el apoyo del Ministerio de Educación Pública.

“El que niños y niñas puedan participar de esta fiesta cívica el mismo día que lo hacen las personas adultas les muestra la importancia de la participación política, que su voto cuenta, y que una elección se puede vivir en medio del respeto y de la alegría de saber que se está participando para lograr por un bien común: la elección de las autoridades de gobierno. Estos ejercicios refuerzan los valores de convivencia democrática como el respeto, la tolerancia y la participación”, resaltó Ileana Aguilar Olivares, directora general del IFED.

Durante la jornada electoral en Costa Rica 2022, y de acuerdo con datos del Tribunal Supremo de Elecciones, se espera que voten en total unas 3.541.908 personas, de las cuales 1.781.439 son mujeres. Comicios que de acuerdo con personas observadoras internacionales destacan por el respeto y la confianza de la ciudadanía en el proceso electoral, y no han reportado anomalías en la jornada.