La manera en cómo las comunidades han percibido su realidad está influyendo en la toma de decisiones políticas.
Los patrones de participación para ejercer el voto y apoyar a las candidaturas no ocurren de manera homogénea en todo el territorio nacional. La realidad de las comunidades es otra y esto influye en su participación electoral, según explicó la geógrafa e investigadora del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), Sharon Camacho, en entrevista para el programa Comunidad 870 de la Radio 870.
Cuando en el país estaba posicionado el bipartidismo existían patrones más homogéneos con bases más arraigadas. Al romperse esa tradición se comenzó a dar la concentración de más partidos políticos en las distintas zonas rurales, según Camacho.
“El comportamiento específico de la periferia debemos leerlo desde este comportamiento de cambio. Ganan diferentes partidos, en diferentes elecciones(…) La gente se desliga de esa tradición (la del bipartidismo) y empieza a pensar o buscar en otras alternativas”, indicó Camacho.
Para Camacho, las comunidades también comienzan a interesarse en otras alternativas políticas porque siempre han experimentado un sentimiento de abandono y de desigualdad por parte del Estado. Además, una constante preocupación en temas como el desempleo, el costo de la vida y la pobreza, han hecho que en las comunidades se busque aquella representación política que ofrezca opciones a esos problemas para poder salir adelante.
“Lo que se quiere es una opción que venga que nos ofrezca y nos dé realmente un cambio en el que podamos salir de eso. Entonces vemos temas transversales como la situación económica y el desempleo. El empleo en estos lugares con respecto a los productores, a los agricultores, al sector pesquero, son problemas constantes” afirmó Camacho.
Estas preocupaciones son las que influyen en el voto de las personas que viven en realidades distintas a las de la Gran Área Metropolitana (GAM).
Debido a lo anterior es que las comunidades que se encuentran en la periferia experimentan más el fenómeno de la volatilidad electoral.
Para Camacho cuando se habla de que un lugar tiene volatilidad electoral “estamos refiriéndonos a un lugar que ha tenido un comportamiento inestable en tiempo y espacio(…) Son lugares en los que ningún partido político logra consolidar una base territorial “, afirmó.
Otro factor que ha venido a acrecentar el sentimiento de abandono y desigualdad ha sido la llegada de la pandemia. Cuando se habla de este tema, según la geógrafa, la mayoría de sentimientos son de desinterés.
“Cuando empezó la pandemia se escuchaban cosas como: bueno pero es que importa la gente que se muere en San José porque uno aquí se puede morir y nadie respeta nada, aquí nadie se da cuenta y a nadie le importa.” afirmó Camacho.
La manera en cómo las comunidades han percibido su realidad está influyendo en la toma de decisiones políticas y en su percepción sobre la política nacional. Además, las características de desigualdad llevan a ese desapego político, según la investigadora.
La volatilidad electoral en las comunidades, se da por la búsqueda constante de la figura que represente una opción de cambio, pero en los últimos años ningún partido político ha sido estable para lograr ofrecer las soluciones que necesitan estas zonas.
Este fenómeno de buscar figuras de representación política también pasó en las elecciones pasadas, cuando se comenzó a apoyar candidaturas que representaban más un fenómeno religioso porque las organizaciones religiosas son entes importantes en las comunidades.
“Hablando también de las comunidades y de la ruralidad vemos el rol que juegan estas instituciones como son las organizaciones religiosas, hablando en este caso de las protestantes principalmente, que tienen redes territoriales muy importantes, muy organizadas y que también en comunidades rurales han asumido roles muy importantes en el desarrollo de las comunidades, entonces esto también le proyecta credibilidad y le suma puntos” indicó Camacho.
Esta dinámica compleja de las zonas rurales, por los distintos temas que influyen en el comportamiento electoral, tienen un fondo muy importante que hunde sus raíces en los problemas estructurales a los que se debe de poner más atención, según la investigadora.
Otro elemento importante en cuanto a participación electoral se da en las elecciones municipales, acá la participación es más activa y decidida. Las comunidades tienen mayor incidencia en estos votos por la influencia directa que tiene el gobierno local en estas zonas.
“Las zonas rurales tienden a votar más en las elecciones municipales, hay más cercanía con el gobierno local. En las elecciones nacionales se vota más en el GAM”, agregó Camacho.
Para Camacho para que un nuevo gobierno tenga buena relación con las comunidades debe tener más presencia en estas zonas, proyectar y dar a conocer los proyectos que están desarrollando las diferentes instituciones del Estado; proyectos que estén pensados en las particularidades de los territorios y que las personas de las comunidades puedan, después de tanto tiempo, percibir realmente un acompañamiento estatal.