Las condiciones económicas actuales han obligado a la institución a cerrar ocho centros
El Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) cerraría más centros en lo que va del año por falta de presupuesto. Por esto, la institución solicitó a la Asamblea Legislativa un presupuesto extraordinario de ¢1.308 millones para poder permanecer operando este 2021.
El dinero solicitado no cubriría salarios de personas funcionarias, sino que busca poder continuar con la atención directa de las personas que atiende la institución, según el director general del IAFA.
“En diciembre nos avisan que se recorta un 50% del presupuesto de la institución, fue una sorpresa para nosotros(…) Se realizaron todas las justificaciones (del presupuesto que acostumbran a obtener), no son satisfactorias y nos devuelven que el presupuesto se cancela”, afirmó el director general del IAFA, Oswaldo Aguirre, en entrevista para Interferencia de Radioemisoras UCR.
Aguirre confirmó que en abril del presente año, y debido a los recortes anunciados, se tuvieron que cerrar seis Centros de Atención Integral en Drogas (CAID). Además fueron cerrados el Centro de Acogida en Cristo Rey, San José, y la Unidad Móvil Choza Esperanza, que atiende a personas en condición de calle.
De no aprobarse el presupuesto solicitado, el IAFA cerraría este mes Casa Jaguar. Este centro es para personas menores de edad que tienen problemas de consumo de drogas. En este centro se da consulta y apoyo a menores de 12 a 17 años y también se cubren todas las necesidades básicas. Si el cierre se lleva a cabo, más de 3.000 menores de edad se quedarían sin atención, explicó.
El director del IAFA también comentó que a causa del recorte presupuestario hay contrataciones suspendidas y que no se ha podido cumplir con todas las responsabilidades de la institución. El IAFA ocuparía 40 millones de colones para terminar el año y pagar las contrataciones de los primeros seis meses del 2021.
Por otro lado, los centros que ya cerraron han generado que las personas que tenían citas programadas tengan que trasladarse a lugares más lejanos. Esto no solo representa un gasto adicional para el paciente, también le expone a posibles contagios de COVID-19 por el traslado en buses, indicó Aguirre.
“Estamos hablando de casi 5.000 personas que se quedaron sin la atención en este momento”, amplió el director.
Unido a lo anterior, estos cierres también pueden provocar una saturación para otras instituciones de salud que no cuentan con la capacidad para dar un seguimiento constante como sí lo ofrecen los distintos centros del IAFA.
Además, el IAFA atiende aproximadamente a 40% de personas que no tienen seguro de la Caja Costarricense del Seguro Social y les brinda los servicios de manera gratuita.
“En este momento estamos jugando con personas que realmente tienen una condición económica de pobreza a pobreza extrema, y que son de la atención directamente de nuestra institución”, expresó Aguirre.
Dentro de los cambios que experimentó el IAFA fue que hasta el año pasado estaban adscritos al Ministerio de Salud y todo el presupuesto iba a la autoridad presupuestaria, por lo que no entraba como presupuesto nacional. Ahora el IAFA forma parte del presupuesto nacional, por lo que debe atravesar el filtro del Ministerio de Salud, después por el Ministerio de Hacienda, hasta llegar a la Asamblea Legislativa, para definir el presupuesto final.
Ingrese a la entrevista completa en el siguiente video de Interferencia: