Vacuna contra el papiloma es segura, contrario a lo dicho por grupo conservador

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David Bolaños
- doblecheck@ucr.ac.cr
Editor de Doble Check.

La página Despierta Costa Rica ha compartido información falaz, basada en temores sin fundamento médico, para exponer su oposición a las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH).

La oposición de esa página, con más de 24.000 seguidores en Facebook, se basa en testimonios anecdóticos (sin pruebas científicas) de personas que acusan a la vacuna de ocasionar enfermedades o la muerte.

Sin embargo, con información de ese tipo no es posible determinar una relación de causa y efecto entre la vacuna y tales afecciones.

Lo cierto es que distintas investigaciones independientes de gran escala y rigor metodológico han demostrado lo contrario al reclamo de Despierta Costa Rica: no hay efectos adversos encontrados por la aplicación de la vacuna contra el VPH.

Esa garantía ha sido revisada y ratificada por el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Otro de los esfuerzos de Despierta Costa Rica incluyó la promoción y transmisión de una charla a cargo de la activista argentina Chinda Brandolino sobre “vacunación responsable”, el 18 de marzo.

Allí, Brandolino dijo falsamente que la inoculación contra el papiloma es “causa de lupus, trombosis, vasculitis, parálisis, infertilidad”. Brandolino dijo que Japón ha decretado la veracidad de tales efectos, lo cual también es falso.

Doble Check solicitó conversar con las personas detrás de Despierta Costa Rica. Sin embargo, no hubo respuesta oportuna. Además de este tema sobre la vacunación, la página mantiene posiciones conservadoras contra los derechos de personas sexualmente diversas y contra el aborto.

Primero: qué es el Virus del papiloma humano (VPH)

El VPH es la infección vírica más frecuente del aparato reproductor. El virus es causa de distintas enfermedades, como verrugas genitales y lesiones precancerosas que pueden evolucionar a cáncer, tanto en mujeres y hombres.

Ese virus se propaga por contacto directo con piel y mucosas genitales o líquidos corporales durante las relaciones sexuales, entre ellas las orales. Así lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aunque el virus puede ser asintomático y desaparecer en la mayoría de casos, también puede ocasionar lesiones que desembocan en cáncer.  Precisamente, el VPH puede causar cáncer de cérvix, el cuarto más común que afecta a mujeres en el mundo, según la OMS.

Desde el 2006, se han implementado vacunas para prevenir los tipos de VPH de mayor riesgo. A la fecha, en el mundo se han aplicado más de 270 millones de esas inoculaciones.

La vacuna ha sido aplicada en cuatro, dos y una dosis. Al 2017, la inyección había sido introducida en los programas nacionales de inmunización para las niñas en 71 países. De esas naciones, 11 habían implementado la vacuna para los niños también, según el registro de la OMS.

La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) anunció la inclusión de esa vacuna en el esquema básico de inmunizaciones de Costa Rica, la cual estará prevista para niñas de 10 años a partir de la segunda mitad del 2019. La aplicación de la vacuna es recomendable antes de que las personas sean sexualmente activas para garantizar su eficacia.

¿La vacuna contra el VPH ha generado “cientos de complicaciones a nivel mundial”?

Distintas investigaciones independientes de gran escala y rigor metodológico no han encontrado efectos adversos graves o permanentes por la aplicación de la vacuna contra el VPH.

Esas investigaciones han sido revisadas y ratificadas adicionalmente por el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El grupo Despierta Costa Rica ha compartido publicaciones en redes sociales de personas que alegan que sus familiares padecen parálisis o han muerto a causa de la vacuna contra el VPH, y se oponen a la vacuna por «cientos de complicaciones a nivel mundial» que se achacan a la inyección.

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Publicación compartida por Despierta Costa Rica en Facebook para promover la oposición a la vacuna contra el VPH.

No podemos negar que algunos de esos testimonios son trágicos y emotivos. Sin embargo, a partir de casos anecdóticos sin comprobación médica no se pueden establecer relaciones de causa y efecto. Además, tienen el problema de carecer de representatividad estadística y pueden llevar a sesgos.

“En Medicina, cuando hablamos de vacunas, hay que diferenciar causalidad y casualidad”, afirmó Alejandro Calderón, investigador principal del proyecto Estampa (Estudios de Tamizaje del Papiloma) de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), y miembro del proyecto de fortalecimiento de la atención integral del cáncer de esa institución.

Para ilustrar esa diferencia, veamos el siguiente ejemplo:

En el 2009, en Estados Unidos se difundió falsamente que 32 mujeres habían muerto debido a la vacuna contra el VPH.

La fuente de esa información es un sistema gubernamental donde las personas pueden reportar presuntos efectos después de vacunarse, llamado VAERS por sus siglas en inglés. En ese entonces, en el VAERS había 32 reportes de mujeres que murieron luego de haberse vacunado contra el VPH.

Aún así, en esos reportes solo hay casualidad: solo se reporta que un evento ocurrió después de otro. No hay manera de atribuirle una enfermedad a una vacuna solo por el hecho de que la afección se presentó después de su aplicación. El VAERS recopila las denuncias en bruto, pero estas deben ser analizadas y comparadas para determinar una relación directa.

El año pasado, una investigación independiente —publicada en la revista Vaccine—  de los datos del VAERS del 2009 al 2015 reafirmó que no hay riesgos de seguridad por la vacunación contra el papiloma, lo cual es congruente con otros estudios clínicos de gran escala producidos desde el 2006, cuando comenzó su distribución.

En cuanto a las muertes reportadas en el VAERS, el estudio concluyó que no hubo un patrón que las asocie por el tipo de diagnóstico, comorbilidad, edad o por el intervalo desde la vacunación hasta la muerte.

Por medio de la revisión de literatura científica, el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas ha descartado asociaciones de la inoculación contra VPH con enfermedades nerviosas e inmunológicas, síndromes como Guillain-Barré, fallas cardiovasculares o la muerte, entre otras.

La información analizada por ese Comité de la OMS ha provenido de países como Reino Unido, Suecia y Estados Unidos. Por medio de datos recopilados en miles de personas —vacunadas y no vacunadas contra el papiloma— se ha comprobado que la propensión a ese tipo de enfermedades no es mayor entre la población inoculada.

Estudios en miles de mujeres también han descartado que la vacunación ocasione problemas obstétricos, anormalidades en el embarazo, en el parto o en el feto. Una de esas investigaciones, precisamente, analizó datos de miles de mujeres en Costa Rica, con el mismo resultado. Dichos análisis también pasaron por la revisión y aprobación posterior de la OMS.

Efectos secundarios leves y temporales

La OMS ha identificado que las vacunas contra el VPH pueden ocasionar mareos, dolor de cabeza, inflamación o dolor en la zona inyectada, náuseas, dolor abdominal o aumento de la temperatura corporal.

Además, la vacunación también puede ocasionar desvanecimientos, por lo que se recomienda que las personas permanezcan sentadas 15 minutos después de aplicarse la inoculación. La OMS ha establecido que esa reacción puede deberse a ansiedad o estrés de ser inyectado.

Alejandro Calderón, especialista de la CCSS, aclaró que los efectos secundarios de la inyección contra el papiloma son similares al resto de vacunas, y que desaparecen horas después.

¿Un estudio mexicano logró eliminar el VPH con un tratamiento?

En una publicación de febrero, Despierta Costa Rica afirmó que, mientras en México se logró eliminar el VPH con un tratamiento, en Costa Rica se intenta aplicar una vacuna «polémica» a la cual se oponen.

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Publicación de Despierta Costa Rica en Facebook.

La referencia es cierta, pero el argumento de Despierta Costa Rica es engañoso.

Es cierto que el Instituto Politécnico Nacional de México (IPN) anunció un estudio piloto donde se eliminó el VPH en 29 mujeres por medio de un tratamiento no invasivo, llamado terapia fotodinámica.

La noticia se divulgó el 3 de febrero de este año en un comunicado de prensa del IPN, aunque no se adjuntó el estudio completo. La nota fue replicada por distintos medios de comunicación de Latinoamérica, como El Universal de México.

Según el comunicado, el equipo —liderado por la científica Eva Ramón Gallegos— logró erradicar el virus en la mayoría de los casos, así como la eliminación de “lesiones premalignas de cáncer de cérvix en una etapa muy inicial”.

La terapia fotodinámica consiste en aplicar un fármaco en el cuello del útero, llamado ácido delta aminolevulínico. Horas después, ese fármaco se transforma en una sustancia química fluorescente “que se acumula en las células dañadas, lo cual permite eliminar con un rayo láser especial únicamente las estructuras impregnadas con ésta”, explica la nota de prensa. El tratamiento se repite 48 horas después.

Con ese método, el IPN anunció la eliminación del VPH en el 100% de las mujeres infectadas que no tenían lesiones cervicales, mientras que el tratamiento fue exitoso en 64% de los casos con lesiones.

En una investigación previa del 2017, el equipo de Gallegos aplicó la terapia fotodinámica en tres ocasiones a 30 mujeres mexicanas. Al revisar un año después, los resultados fueron similares: 80% de eliminación del virus en casos sin lesiones y 83% en mujeres infectadas y con lesiones cervicales.

Ese estudio también registró la regresión de lesiones en 57% de las pacientes, pero se concluyó que tal resultado no era representativo estadísticamente, ya que pudo atribuirse a otras razones.

Argumento engañoso de Despierta Costa Rica

Una vacuna para prevenir el contagio del VPH y un tratamiento para eliminar la infección no son métodos excluyentes, ya que sus propósitos son distintos.

El estudio piloto de México que difundió Despierta Costa Rica propone un tratamiento para eliminar el VPH en mujeres que ya están infectadas con el virus.

En contraste, el propósito de la vacuna del VPH (y las vacunas en general) es evitar que las personas contraigan el virus, para evitar una infección del todo.

“El fin de la vacuna es evitar que más mujeres presenten lesiones precancerosas; el solo hecho de tener que hacer un tratamiento ya es un gasto y un estrés para una mujer, que podemos evitar vacunándolas”, afirmó Alejandro Calderón, investigador del proyecto Estampa.

“Aunque hubiera algo que eliminara el VPH, no tiene sentido que la gente se exponga a una infección que se puede evitar; es mejor la prevención primaria que la atención secundaria”, agregó el especialista

Así, el argumento de Despierta Costa Rica sería similar a decir que los cascos de motociclista son innecesarios porque hay maneras de tratar golpes y fracturas en el cráneo.

Hay que destacar que 90% de las infecciones de VPH desaparecen por sí solas después de 2 años. Así fue comprobado desde el 2007 por medio de una investigación a más de 4.500 mujeres en Estados Unidos y ese es el consenso médico actual.

Sin embargo, las infecciones que persisten tienen un riesgo alto de convertirse en lesiones precancerosas o cancerosas.

Rumor falso sobre Japón

Durante marzo, Despierta Costa Rica promocionó una charla sobre “vacunación responsable”, a cargo de la méica y activista argentina Chinda Brandolino.

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Transmisión de charla de Chinda Brandolino sobre «vacunación responsable», de Despierta Costa Rica

En esa actividad, Brandolino afirmó que las vacunas contra el VPH son “causa de Lupus, trombosis, vasculitis, parálisis, infertilidad”, y agregó que ese diagnóstico “lo decretó Japón”.

Esa afirmación es falsa.

A inicios del 2013, el sistema de salud pública de Japón comenzó un programa de inoculación contra el papiloma, debido al aumento en la incidencia de cáncer de cérvix en ese país.

Sin embargo, meses después, la prensa japonesa comenzó a difundir acusaciones de problemas de movilidad y otras enfermedades en niñas y mujeres debido a dicha vacuna. El gobierno japonés cedió ante la presión mediática y suspendió su campaña de rutinas de vacunación.

El Estado japonés no decretó o reconoció la veracidad de esas acusaciones, sino que optó por abstenerse de recomendar activamente la vacunación “hasta que información apropiada sobre la vacuna del VPH sea facilitada al público”.

Ese cambio en la política japonesa careció de una revisión sistemática de causalidad en las denuncias, y se dio sin la presentación de evidencia científica adecuada. Así lo han señalado estudios sobre los efectos posteriores de esa decisión en la salud pública.

Aunque Japón detuvo su campaña de recomendación desde el 2013, la vacuna es facilitada a quienes la soliciten. Aún así, la cobertura de la vacuna pasó de 70% en ese año a menos de 1% en el 2017.

Desde entonces, la percepción a favor de la inyección contra el papiloma ha aumentado entre los profesionales médicos japoneses, y se ha demostrado que el sistema de vacunación disminuyó la tasa de cáncer cervical en esa nación.

Sobre Japón, la OMS advirtió que “las decisiones políticas basadas en evidencia débil, que llevan al desuso de vacunas seguras y efectivas, pueden resultar en un daño real”.

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