#Carneconcarne: El caso de Uganda explicado

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David Bolaños
- doblecheck@ucr.ac.cr

En resumen: A inicios de esta semana, la exdiputada del partido Restauración Nacional y actual asesora de Nueva República  aseguró que Uganda ha tenido gran éxito aplicando políticas públicas sobre la fidelidad y la monogamia para disminuir sus indicadores de VIH. Loría dijo eso en el contexto de una entrevista en la que criticó el énfasis que dan los programas educativos al uso del condón. Cuestionó que ese mensaje solo debería estar destinado a  «personas promiscuas» (sic).

La realidad tiene otros matices. Efectivamente Uganda logró reducir drásticamente la cantidad de nuevos casos de transmisiones de VIH durante la década de los noventa. Entonces aplicó una política que implicaba abstinencia, fidelidad y uso del condón. Según el gobierno, esas políticas, reconocidas como ABC (por sus siglas en inglés), permitieron bajar los casos de transmisión de un 18% de toda la población de Uganda en 1980 a un 6% en el 2003.

Sin embargo, el gobierno empezó a retirar los condones de su política pública. Human Rights Watch, entre otras organizaciones, alertó en el 2005 sobre cómo el gobierno cambió sus programas educativos. Según el observatorio de derechos humanos, las autoridades consideraron que facilitar información sobre «condones y abstinencia a la vez podía confundir a los jóvenes». También el presidente había condenado públicamente el uso de los condones para los ugandeses.

Aunque no es posible probar causalidad, Uganda vió crecer de forma dramática sus nuevos casos de transmisiones de VIH en esos años en que el gobierno aplicó políticas contra el condón.

Por otra parte, es falso sugerir que esa sea la realidad al día de hoy. Es incorrecto indicar que la política pública de Uganda “no cree en el condón porque a ellos les gusta carne con carne”. Actualmente una comisión bajo la dirección del presidente de Uganda busca promover el uso del condón a través del sistema educativo, su distribución y su uso consistente y correcto. Así puede verse en las guías para el abordaje multisectorial del SIDA y el VIH en el país.

Loría dió sus declaraciones en un contexto en el que había hablado acerca de las políticas ABC, aplicadas internacionalmente. Sin embargo, para el caso concreto de Uganda, solo se refirió a la abstinencia y la fidelidad: «porque ellos no creen en el condón». Contactada por Doble Check, ONUSIDA dijo que las políticas ABC no son suficientes para prevenir las transmisiones de VIH, y que desde hace casi dos décadas se opta por políticas más integrales.

La frase de Loría

CRHoy invitó a la asesora y exdiputada Loría para consultar su opinión acerca de las guías de educación sexual que implementa actualmente el Ministerio de Educación. Aunque Loría dice estar a favor del uso del condón, también señala que el gobierno le ha dado un énfasis inadecuado a este tema.

Loría sugirió el empleo de las políticas ABC. En inglés, las siglas significan Abstinence (abstinencia), Be faithful (sé fiel), use a Condom (usa el condón).

«Cuando usted se dirije a una población que no ha iniciado su actividad sexual, usted debe hablar de A: abstinencia (…) La B, que es ser fiel, ellos recomiendan emplearla para una población que ya ha inciado esa situación. Y C es para los que no pueden vivir ni la A, ni la B”.

Dijo también que a un niño de 11 años no se le debería enseñár a ponerse un condón. Más tarde, Loría implicó que la comunicación sobre el uso del condón debería destinarse a personas “promiscuas”.

“El mensaje del condón está para gente que, perdón, pero es básicamente para personas que no quieren vivir en abstinencia ni en fidelidad. Personas promiscuas. Y ese es el mensaje que se le está dando a los niños”, dijo Loría.

En ese contexto, el periodista argumentó a Loría que los casos de enfermedades sexuales también ocurrían entre personas casadas.

Periodista: La realidad aquí en este país es que hay quince casos al año de mujeres en matrimonio que están quedando contagiadas de VIH-SIDA. Y eso se está dando.

Loría: Así es. Así. Es correcto. Estoy 100% de acuerdo con usted. Es porque no hay políticas públicas.

Periodista: Pero es que usted me puede poner una política pública de obligatoriedad a ser fiel y no se va a cumplir…

Loría: Eso es lo que usted cree. En otros países lo han logrado. En Uganda lo han logrado. Con unas estadísticas de VIH espantosas han logrado bajarlas con política pública en la que dicen que la persona debe ser fiel, con una persona monógama y que no… no tener sexo por fuera. ¿Por qué? Básicamente ellos no creen en el condón porque a ellos les gusta carne con carne.

Periodista: A ver, puede haber una ley que diga eso, que la gente no lo va a practicar.

Loría: ¿Entonces por qué en otros… ? ¿Qué tenemos distinto nosotros de los ugandeses?

Doble Check conversó con Alexandra Loría para clarificar sus posiciones al respecto. Loría dijo que nunca habló solo de abstinencia.

«Siempre hablé de abstinencia, fidelidad y de condón. Siempre me referí a ABC. Usted saca una declaración parcial y fuera de contexto. (…) El programa de prevención ABC no es un programa que se base en la moral, sino en los datos científicos sobre cómo prevenir las transmisiones de la mejor manera posible, tal y como queda explicado en el concenso Lancet», cerró.

El artículo al cual la abogada, publicado por la revista Lancet, hace referencia detalla algunas de las estrategias que pueden emplearse para atender los casos de transmisión de VIH. No obstante, Doble Check encontró información que completa la visión expuesta por la activista.

El caso de Uganda

Es cierto. Uganda logró reducir drásticamente sus indicadores sobre VIH-SIDA. Pero la historia no termina allí.

Échele un vistazo al siguiente gráfico. Muestra cuántas transmisiones nuevas de VIH se reportaron cada año en Uganda, según estimaciones de ONUSIDA. Efectivamente, Uganda logró bajar dramáticamente el porcentaje de su población con VIH durante la década de 1990. Según el gobierno, las políticas ABC permitieron bajar los casos de transmisión de un 18% de toda la población de Uganda en 1980 a un 6% en el 2003.

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Nuevas transmisiones de VIH en Uganda por año

Sin embargo, Uganda empezó a experimentar cambios en sus indicadores a inicios de la década del 2000. El país pasó de reportar 66.000 casos nuevos por año en 1998 a más de 100.000 en el 2006. Human Rights Watch alertó en el 2005 que el país empeoró sus indicadores en años en que se extendió una nueva política conservadora y discriminatoria.

Según los informes de la organización, acompañados por otras llamadas de atención de organizaciones similares, Uganda retiró la información crítica sobre el VIH/SIDA del currículo de primaria, que incluía datos sobre la importancia del uso del condón. Incluso «los materiales de secundaria propuestos señalan falsamente que los condones de látex  tienen poros microscópicos por los que puede filtrarse el VIH». El país optó por eliminar la letra C (condón) de la estrategia, y advirtió que dar información sobre condones y abstinencia al mismo tiempo podía «confundir a los jóvenes». HRW también alertó de que el Ministerio de Salud había retirado lotes de condones por no «pasar los controles de calidad», que provocaron escasez del producto en el país a finales de 2004.

Es durante esta época —a inicios de la década del 2000— que el país vuelve a ver crecer sus indicadores de transmisiones de VIH, aunque no puede probarse causalidad.

Sin embargo, existe evidencia científica de que el uso del condón pudo ser determinante para los resultados positivos que alcanzó Uganda durante los años noventa. La revista médica revisada por pares Sexually Transmitted Infections indicó que el porcentaje de mujeres en el país conscientes sobre la existencia del condón pasó de un 22% a un 53% entre 1989 y el año 2000. Entre hombres el cambio fue de un 51% a un 96% entre 1995 y el año 2000. Los hombres que dijeron haber usado un condón pasaron de un 16% en 1995 a un 40% en el año 2000.

Las políticas actuales para el uso del condón en Uganda

A la fecha, oficialmente, el Gobierno de Uganda sí busca promover el uso del condón a través del sistema educativo, su distribución y su uso consistente y correcto. Así puede verse en las guías para el abordaje multisectorial del SIDA y el VIH en el país. De hecho, la estrategia de movilización de recursos para la atención del tema previó duplicar la inversión en condones masculinos y femeninos entre el 2014 y el 2018.

Que Uganda esté logrando disminuir sus indicadores, no quiere decir que no haya conseguido eliminar por completo la discriminación (por ejemplo, la homosexualidad continúa prohibida en el país) o la desinformación. Según han señalado varios expertos, uno de los factores que más afecta a las mujeres es la discriminación para acceder a condones. Incluso se las estigmatiza por no estar casadas antes de tener relaciones sexuales.

Uganda vive hoy una de las peores epidemias mundiales de VIH. Una encuesta oficial del gobierno a nivel nacional publicada en el 2017 reveló que casi el 6% de los adultos de Uganda entre 15 y 45 años vive con VIH. Incluyendo niños, el total de personas que vive con esa enfermedad supera los 1,3 millones. En el caso de las mujeres esa proporción es mayor: de un 7,5%.

Según ha informado The Guardian, el gobierno ha gastado cientos de miles de dólares en condones femeninos que, sin embargo, suelen ser rechazados por las mujeres, especialmente entre las trabajadoras del sexo. Algunas de ellas alegan que esos condones son incómodos, y que sus clientes pagan más si no los utilizan.

El caso de Costa Rica (y porqué ABC no es suficiente)

Para Alicia Sánchez, Oficial de Juventud de ONUSIDA Latina, el abordaje de ABC (abstinencia, fidelidad y condones) no es suficiente para prevenir la transmisión de VIH.

«Desde mediados de los 2000 existe bastante evidencia científica que lo muestra«, dice. «Desde ONUSIDA promovemos el enfoque de Prevención Combinada que consiste en enfocar los esfuerzos de prevención en los lugares clave (con más carga de nuevas infecciones), en las poblaciones clave (poblaciones con mayor prevalencia de casos) y con programas de alto impacto demostrado».

Sánchez subrayó que los condones, usados correcta y consistentemente, siguen siendo la única herramienta disponible que garantiza la protección triple frente al VIH, otras ITS y el embarazo no deseado. Sin embargo afirmó que no son el único método que se incluye en el paquete de prevención combinada.

También existe el tratamiento como prevención, la profilaxis preexposición al VIH (PrEP), la profilaxis post-exposición al VIH (PEP) y la circuncisión médica masculina voluntaria. Eso no es todo. La promoción también incluye los programas de reducción de daños (programas de intercambio de agujas y jeringuillas y terapia de sustitución de opiáceos para los usuarios de drogas), la educación sexual integral, la comunicación para el cambio de comportamiento, la protección social para las poblaciones más vulnerables y en mayor riesgo ante el VIH, entre otras.

«Los enfoques basados únicamente en abstinencia y fidelidad no están incluídos en el paquete de la prevención combinada porque han demostrado no ser efectivos y menos cuando son planteados como la única estrategia de prevención ante el VIH», dijo a Doble Check.

Mientras tanto, Costa Rica continúa viendo un aumento en los indicadores de nuevas transmisiones de VIH. Mientras que en 1990 se estimaba una tasa de 6 nuevos casos de VIH por cada cien mil habitantes (220 nuevos por año), en el 2017 se reportaron 19,6 nuevos casos por cada cien mil habitantes (969 por año).

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Nuevos casos de VIH en Costa Rica: ONUSIDA Y CCSS.

Nota: Este artículo fue actualizado para corregir que Loría actualmente funge como asesora del partido Nueva República, y no de la agrupación Restauración Nacional.

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