“El sueño de la sultana”, es un largometraje de la directora Isabel Herguera expuesto durante el Festival Internacional de Cine en Costa Rica (Edición 13). Esta es una película animada que sigue la travesía de Inés, el personaje principal, en su búsqueda de la historia detrás del libro escrito por Begum Rokeya Hossain. Acá te presentamos 5 razones por las cuales no te la podés perder:
1. Es un cuestionamiento a las dinámicas de poder y de género existentes
El libro “El sueño de la sultana” fue escrito por una autora feminista quien narra mediante una historia corta una utopia de una ciudad gobernada por mujeres. Esta es reflejada por Herguera en el filme mientras hace paralelismos con lo que vive Inés siendo juzgada por ser una mujer que anda sola y no está casada.
La directora explora el concepto de la violencia y su relación con los hombres. También, plantea la necesidad de una educación para las niñas junto con los retos que han surgido para poder alcanzarla.
Se muestran experiencias comunes para las mujeres como el acoso callejero y se enfrenta este mundo, plagado de violencia, con la fantasía creada por Rokeya Hossain.
2. Su animación nos da una pincelada del mundo a través de los ojos de la directora
En el filme, la animación logra hacer realidad hermosos paisajes de fantasía mientras nos muestra la cultura bengalí desde la perspectiva de Isabel. Ella fue hasta la India en un viaje solitario para conocer más sobre Rokeya Hossain y en la película nos muestra pequeños fragmentos de su experiencia.
La animación está inspirada en el Mehndi, una forma de arte visual y corporal del sur asiático en la cual se decoran las manos y los pies con patrones usualmente hechos de henna. Además, emplea técnicas como el uso de recortes de papeles animados y de acuarelas.
3. Su música más que un complemento es una parte esencial de la narrativa
En muchas culturas es tradición que la música sea una herramienta utilizada para contar historias y leyendas. Les cantamos a las infancias para enseñarles sobre historia, números y costumbres.
En el largometraje la música también cumple esta función, convirtiéndose en parte de la historia. Mediante nanas bengalíes se narra la vida de Rokeya Hossain y se canta sobre la domesticación de los elefantes. Estas siguen el formato de las canciones que se usan para arrullar a las infancias de la región Bengala, en la India y Bangladesh.

4. Son historias dentro de una historia
Aunque la aventura de Inés en la India es la principal línea narrativa, con ella se entremezclan pequeños relatos y el mismísimo cuento de “El sueño de la sultana”, escrito por Begum Rokeya Hossain. Además, se incluyen conocimientos, vivencias y leyendas del sur oriental.
La animación cambia cuando se cuentan historias como la de la autora, quien desafío a la sociedad patriarcal bengalí aprendiendo a leer y enseñándole a las niñas cómo hacerlo. Al igual que cambia cuando se explica el cuento.
5. Es una invitación a conocernos y reconocernos como seres humanos
Isabel Herguera, la directora, fue a la India en medio de un momento de su vida en el que se sentía atascada, pensaba que su carrera creando cortometrajes se había acabado y no encontraba salida. “El sueño de la sultana” le dio una nueva oportunidad que la llevó a viajar hasta el otro lado del mundo en una travesía de autodescubrimiento.
Las vivencias de Isabel las vemos reflejadas a través de un cuestionamiento de los sueños y las señales del destino. Inés, la protagonista, tiene relaciones complicadas con su mamá, su papá, su pareja y consigo misma. Esto la lleva a cuestionar los roles de trabajo, estética y roles sociales asignados por el género.
El filme juega con el sentimiento de comunidad, generado con otras mujeres y amistades que también buscan más. Al mismo tiempo que nos habla de la esperanza de encontrar y crear un mundo diferente.
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