Anyul Arévalo, la percusionista que resiste desde la música

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Ariana Rauda
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Un día cualquiera en un pueblo bogotano una niña pequeña, de no más de 6 años, se asomó por las rejillas de su colegio mientras contemplaba maravillada platillos, redoblantes y tenores que vibraban mientras manos jóvenes los hacían retumbar.

Ese día Anyul Arévalo encontró dentro de la música, especialmente la percusión, la vocación de su vida.

Anyul es una mujer bogotana, activista, percusionista, multi instrumentista, tamborera, feminista, licenciada y profesora en música popular, migrante desde hace más 17 años. Es la creadora del grupo Tocá el Tambó, grupo de percusión integrado por mujeres y personas no binarias.

En Tocá el Tambó la música “es una forma de resistir”. En el conjunto se pueden encontrar identidades migrantes, feministas y queer que forman una hermandad que busca expresarse a través de lo que tocan.

Transitando por la vida y la música 

Anyul Arevalo tamborera bogotana

La artista empezó a acercarse a la música a los seis años cuando se volvió la asistente de Gustavo Rojas, quien era el profesor a cargo de la banda marcial en su escuela. Poco después se unió al conjunto, donde tocaba platillos y redoblantes.

 

Cuando cumplió 10 años de edad ingresó a la Orquesta de las Niñas, un grupo escolar con integrantes que iban desde los siete hasta los quince años. Allí tocaba la timbaleta y años después aprendió a tocar la batería.

A los doce años decidió dedicarse a la música, lo que la impulsó tres años después a ingresar a la Academia Luis A. Calvo, un proyecto de extensión de la Facultad de Artes de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, lo cual la acercó a las músicas populares y tradicionales colombianas.

Tres años después, en el 2009, se fue a Argentina a estudiar música, lugar donde empezó a dar clases. Mientras estudiaba investigaba sobre las músicas de su país y de vez en cuando visitaba Colombia.

“En el 2012 empieza Tocá el Tambó como un proyecto de clases para todas, todos y todes” explica Arévalo.

En el 2015, año en el que estaba en auge el movimiento Ni Una Menos, la artista sacó un afiche donde anunciaba que daba clases de percusión bajo el nombre de Tocá el Tambó. La respuesta fue inmediata, alrededor de quince mujeres la contactaron para unirse a las clases.

“Ahí yo me di cuenta que Toca el Tambó tenía que ser un espacio para compañeras y compañeres”, explica.

“Tocar, bailar y cantar” se convirtió en el eje central del grupo, en el cual se creó un espacio de aprendizaje, enseñanza de talleres y de presentaciones en vivo. Este se basa en la confianza de las compañeras y busca generar una reflexión constante sobre sus orígenes.

“Tocar, bailar y cantar para mi es como el trinomio de la revolución”, declara Anyul.

 

Desde Argentina la artista emigró a Costa Rica, motivada por su actual pareja, Javier Alvarado, músico y compositor costarricense.

En este nuevo viaje, Anyul hizo nuevamente un afiche y se dispuso a buscar mujeres artistas que quisieran formar parte de su proyecto. Además, para seguir ejecutando su tesis les propuso un canje en el cual a cambio de su colaboración ella les daría clases.

Así, se formó un espacio de aprendizaje y crecimiento, donde las artistas pueden relacionarse y acercarse a las músicas populares y sus historias por medio de la percusión.

“El tambor para mi es resistencia y es historia. Es resistir y enunciar todo el tiempo que hay herencia viva, que hay personas que no la pasan tan bien, entonces también tenés una posición política en eso”, dice Arévalo.

Cultivando nuevos espacios 

Tocá el Tambó además de haber tenido integrantes como Berenice (ganadora de Artista Revelación, Nueva Canción y Álbum del Año en los Premios ACAM 2024) y Karol Barboza (cantautora ganadora de la beca Iber Músicas), ha propiciado la creación de nuevos conjuntos musicales y Manitas Muscarinas es uno de esos proyectos. Dentro de su propuesta emplean ritmos afro colombianos como la cumbia, el mapalé y el bullerengue. El grupo es liderado por Kimberly Sandino y Diana Avellán.

Podés descubrir más de Manitas Muscarinas en su entrevista para Música Para Llevar.

Son Semillas es otra de las ramificaciones de este proyecto pedagógico. Está conformado por cinco compañeras y surgió en el 2024 luego de seis años de ser parte de Tocá el Tambó. Tocan música de la Abya Yala (“tierra madura”, término empleado por el pueblo originario Kuna para referirse al continente americano).

Nuevas historias 

Actualmente, Toca el Tambó se encuentra trabajando en un disco con Copal Colectivo y Arboleda Records. También, trabajan en un documental que está en proceso de edición.

Anyul, por su parte, colaboró recientemente en “Bocaracá”, canción que forma parte del álbum “Habitante de la Noche” de Óscar Jiménez, ganador de la categoría Disco Instrumental en los Premios ACAM 2024. Actualmente, está en Colombia estudiando una maestría en Arte y Pedagogía.

 

Anyul Arévalo se despide diciendo:

“Que [la música] sea una herramienta para que no haya más guerra en el mundo. Necesitamos más música, más arte, más artivismo y más amor desde la confianza.”

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