Guadalupe Urbina y Natalia Contesse: la feminidad del agua

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Melanie Umaña Valverde
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El pasado mes de marzo, durante el programa Música Para Llevar, tuvimos la oportunidad de conversar al aire con dos grandes cantautoras latinoamericanas: la costarricense Guadalupe Urbina y la chilena Natalia Contesse. En una plática llena de poesía, espiritualidad y resistencia femenina, las artistas nos contaron a profundidad acerca de «Aguas Madres», el concierto que ambas ofrecieron en la Sala Garbo en homenaje a las raíces y la identidad cultural de la región de América Latina.

Más allá de la música, un mensaje de resistencia

Ambas artistas han dedicado su carrera al rescate de los sonidos autóctonos de sus respectivas culturas y de los saberes tradicionales. Además, las cantautoras comparten un sentimiento profundo hacia la defensa de los derechos de la mujer, la conexión con la naturaleza y la lucha por la reivindicación.

Durante la semana previa a la gran noche en Sala Garbo, Urbina y Contesse estuvieron difundiendo su trabajo y su visión del concepto “Aguas Madres” desde el canto, la investigación y la conexión con la espiritualidad.

El agua como símbolo de lucha y resistencia feminista

Fuera de su condición física, el agua es un símbolo de lucha y transformación. En entrevista para el programa Música Para Llevar, Guadalupe Urbina explicó cómo este elemento ha sido asociado históricamente a la feminidad, pero también a la resistencia y memoria en la lucha feminista:

 

“Sin agua no hay democracias, sin agua no hay revoluciones, sin agua no hay defensa de los derechos humanos de las mujeres y de los hombres y de quien sea, sin agua no hay vida”

En la entrevista, Urbina profundizó sobre la conexión ancestral entre el agua y el papel
fundamental de la mujer:

Estéticas del agua significado y simbología

Natalia Contesse contempla las ideas de Guadalupe con la estética del agua: la posibilidad de percibir y conocer el agua a través de todos los sentidos. Es decir, que se utilice la
imaginación como una forma perceptiva, para usar nuestra piel, el tacto, el oído y demás sentidos para comprender realmente el agua más allá de lo cotidiano:

Unidas por la música y la memoria

El enlace entre ambas artistas va más allá de este concierto, pues su visión nos ofrece con claridad esta idea, dentro de toda esa fluidez y conexiones, desde antes de todo esto sus trabajos ya se habían encontrado.

Natalia Contesse compartió en la entrevista un momento muy significativo para ella, dónde se podría decir, fue el inicio de esta conexión en sus trabajos, y es que antes de conocerse Guadalupe interpretó su canción “Que me entierren con semillas”:

“Lo primero que voy a contar es que esta canción la cantó Guadalupe antes de conocernos, en el Festival Madremonte que es un festival maravilloso,(…) y a mí me da mucho honor que antes de conocernos con Guadalupe ya haya cantado esta canción en ese festival. Es una canción a la semilla, es una canción al oficio de quienes guardan la semilla por generaciones, por la resistencia de que el alimento realmente es también lo que somos en nuestro presente vital.”

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