¿Sabía que un huerto comunitario podría aportar beneficios en muchos aspectos de su vida? Para darle la bienvenida a estos espacios dentro de los barrios solo hace falta información, planificación y constancia.
Organizarnos para tener un huerto en la comunidad trae más beneficios que obtener productos para el consumo. El huerto comunitario une a las personas, le da utilidad a espacios abandonados y contribuye con la salud mental y el medio ambiente.
En entrevista para el programa Saber Vivir, el ingeniero agrónomo de Sulara, Arturo Rojas explicó que los huertos comunitarios sirven para unir a las comunidades. Su creación siempre debería responder a algún objetivo ya sea terapéutico, pedagógico, para hacer uso del espacio público o contrarrestar diversas situaciones por la que se estén pasando.
“¿Cómo puede ser un huerto comunitario? Eso depende de lo que quiera la comunidad y qué tan creativos o creativas puedan ser”, dijo Rojas.
Eso sí, hay que tener claro que el que un huerto esté en una comunidad no significa que sea comunitario. Hace falta que la comunidad lo planifique y trabajen juntos.
BENEFICIOS PARA LA VIDA
Imagínese tener un espacio al cual asistir después del trabajo. Un lugar en donde pueda ver el atardecer, conversar e interactuar con la tierra. Los huertos comunitarios traen esos beneficios y algunos otros.
Según Rojas, lo principal es que en estos espacios se empieza a generar comunidad desde un ambiente lúdico. En los huertos, los vecinos discuten sobre situaciones que se pueden mejorar en su entorno y muchas veces estas conversaciones son más abiertas por desarrollarse en ese sitio.
“El principal beneficio es que son espacios en los cuales van a convivir diferentes personas de de la comunidad independientemente de la condición social, independientemente de la edad, de lo que sea, en un espacio tranquilo, seguro, de disfrute, lo cual permite que las personas estén más abiertas de mente y se generen mejores ideas”, indica.
Además de eso, los huertos comunitarios pueden ayudarnos a manejar el estrés, a embellecer sitios comunales, a atraer animales como insectos polinizadores y con fines pedagógicos.
«Para iniciar un huerto comentario lo único que se necesita es actitud. Cuando uno va a una huerta, tiene que ir a ensuciarse, el que va a una huerta y no se ensucia es como que si no hubiera ido» – Arturo Rojas, ingeniero.
Rojas enfatiza que estos beneficios de los huertos se ven a largo plazo, no sucede de un día para otro. Hay que trabajar constantemente y tener paciencia. “Lo que se necesita para que sea exitosa una huerta, es constancia, disciplina y esa paciencia para saber que no nacemos aprendidos, que tenemos que aprender en el proceso y que las cosas se van dando poco a poco”, asegura.
EQUIPOS GUARDIANES DE SEMILLAS
¿Cómo empezar un huerto comunitario? La recomendación de Rojas es indagar primero si existen iniciativas de este tipo cerca de donde vivimos para unirnos. También existen municipalidades que desarrollan estos proyectos o estarían interesadas en apoyarlos.
De acuerdo con Rojas, este acompañamiento permite tener un apoyo técnico y podría ayudar a guiar el proceso de planificación y la escogencia del lugar, las semillas, la disposición del agua y la organización en general.
En cuanto a productos para sembrar, el ingeniero resalta que en Costa Rica hay una gran cantidad de productos que pueden incluirse pero que tratemos de seleccionar aquellos que no estamos tan acostumbrados a consumir para trabajar en mejorar la seguridad alimentaria.
“Atrévase a sembrar cosas nuevas diferentes y ojalá también cosas de las que usted pueda guardar semilla e intercambiar semilla para que también en las huertas comunitarias seamos guardianes de semillas criollas, que es muy importante para este tema de seguridad alimentaria”, asegura Rojas.