Abra la puerta de su casa a la música

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Guiselle Mora Noguera
- gmoranoguera@gmail.com

Incluir la música en nuestra cotidianeidad puede tener un efecto muy positivo en el desarrollo integral de niños y niñas. Para hacerlo no es necesario hacer una gran inversión de dinero, solo basta con tener buena disposición y tiempo para disfrutar.

No es lo mismo jugar con sus hijos e hijas con música que sin música. ¿Ha hecho la prueba? La música le permite a la gente expresarse, aprender, crear empatía, disfrutar… y estos son solo algunos beneficios. Por eso inclúyala en su día a día sobre todo si tiene niños y niñas.

La especialista en estimulación musical y licenciada en artes, creadora de Musicalmente Criando, Wendy Losada Blanco explica que a través de la música los niños y niñas adquieren una mayor conciencia de sí mismos: aprenden a canalizar sus emociones, tienen una vida más plena y más amable.

“Desde pequeños tengamos instrumentos musicales como maracas, sonajeros, cascabeles que generen sonido, es una estimulación increíble”.  – Wendy Losada, Musicalmente Criando.

El simple hecho de poner música desde que un bebé está en el vientre materno y luego seguirla incluyendo en las diferentes etapas de la vida, tiene una gran influencia en su desarrollo físico, social, cognitivo y motriz.

La música nos ayuda a entendernos, a entender a otros, a sentir, a comunicarnos, a aprender. Según Losada, la música tiene repercusión en todos los ámbitos de la persona. Repasemos algunos:

Emocional: A través de la música podemos trabajar la autorregulación de lo que sentimos: el simple hecho de poner una canción le puede ayudar al niño o niña a identificar lo que siente y a controlarlo. Este es el arte que más conecta con las emociones.

“La música nos puede llevar de un momento muy eufórico a un momento muy relajante”- Wendy Losada, Musicalmente Criando.

Motricidad: El hecho de mover algún instrumento musical y hacerlo sonar ayuda en el desarrollo de la coordinación. Colocar música también apoya el proceso de aprender a caminar y brincar. Genera seguridad y conocimiento de su propio cuerpo.

Cognitivo: La música es un elemento fundamental para ayudar en el proceso del desarrollo del habla. Ayuda en la concentración y en el desarrollo cerebral, la memoria y el aprendizaje.

Socioafectivo: A través de la música podemos fortalecer la relación con papá y mamá, y con otros niños y niñas. Nos permite entender que no soy yo solo si no que también hay otras personas que sienten como yo. “Activa las neuronas espejo, aquellas que nos hacen sentir lo que siente el otro”, dice Losada.

¿Cómo estimular?

Los materiales que tenemos alrededor se pueden convertir en oportunidades para incluir música diariamente. Una botella plástica, un tarro de leche, frijoles y creatividad pueden crear maracas. Con esas maracas podemos trabajar la conciencia corporal y hacer de un rato libre, un momento para compartir en familia. Atrevámonos a innovar.

“Sin la música, la vida sería inhóspita. Ya que no pasa ni un sólo día sin que oiga o participe en alguna música, le es ventajoso entender la música tanto como pueda. Como resultado, conforme vaya madurando, aprenderá a apreciar y escuchar música y a tomar parte de aquella música que considera buena. A causa de esta conciencia cultural, verá más significado a su vida”. – Edwin E. Gordon es el creador de Music Learning Theory. Music Learning Theory for Newborn and Young Children.

Según Losada absolutamente todo lo que hacemos con nuestros bebés son estímulos. Hablar, cantar, bailar, jugar, escuchar canciones…solo basta con planear qué hacer.

  1. En vez de encender pantallas, escuche y baile al ritmo de una canción. Si hay mucha energía en el ambiente y quiere bajarla y producir relajación, un tema musical suave puede servirle.
  2. Experimente, ponga diferentes estilos músicales y hablen de las emociones que generan. Esto permitirá reconocer lo que se siente y también explorar música e ir desarrollando gustos.
  3. Explore con los juguetes que tiene a mano: qué ruidos hacen, qué podemos construir con esos sonidos.
  4. Haga actividades familiares musicales. ¿Qué tal si hacemos un concierto familiar? Cantemos juntos, bailemos juntos las noches de los fines de semana.
  5. Incluya la música en las actividades cotidianas. Pongamos música cuando llega el momento de dormir, música para estudiar, para jugar, para comer. Ambientemos nuestros hogares.

Abrale la puerta a la música, abrámosle la puerta a la música, son muchos los beneficios. Le dejamos la entrevista completa sobre este tema del programa Escuela para Padres y Madres.

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