Según el Banco Interamericano de Desarrollo, América Latina y el Caribe fue la única región en alcanzar el objetivo de desarrollo del milenio de reducir la proporción de personas con desnutrición a la mitad entre 1990-2015, sin embargo, el hambre está en su punto más alto desde 2000
La seguridad alimentaria en Costa Rica ha avanzado constantemente en los últimos años, sin embargo, según los datos obtenidos de entes internacionales, aún queda mucho camino por recorrer. El país debe plantearse nuevos objetivos en este ámbito para mejorar el panorama actual de esta situación.
La seguridad alimentaria y nutricional puede entenderse como la garantía de que todas las personas, en todo momento, tengan acceso físico y económico a suficientes alimentos saludables, nutritivos e inocuos para satisfacer sus necesidades alimenticias y desarrollar una vida saludable. Esta garantía es indispensable para el buen estado de salud de las personas, el desarrollo de sus capacidades cognitivas y de su capacidad para insertarse en la sociedad productivamente y obtener ingresos adecuados para una vida digna. Por otro lado, la inseguridad alimentaria se define como la disponibilidad o capacidad limitada o incierta de adquirir alimentos nutricionalmente adecuados e inocuos.
En relación con la seguridad alimentaria en América Latina, según el Banco Interamericano de Desarrollo, América Latina y el Caribe fue la única región en alcanzar el objetivo de desarrollo del milenio de reducir la proporción de personas con desnutrición a la mitad entre 1990-2015. Sin embargo, el hambre está en su punto más alto desde 2000, después de un aumento del 30 por ciento en el número de personas que padecen hambre entre 2019 y 2020, según un nuevo informe de la ONU.
COVID-19 y seguridad alimentaria
Según el Panorama regional de seguridad alimentaria y nutricional 2021, en tan solo un año y en el contexto de la pandemia de COVID-19 el número de personas que viven con hambre aumentó en 13,8 millones, alcanzando un total de 59,7 millones de personas. La prevalencia del hambre en América Latina y el Caribe se sitúa actualmente en 9,1 por ciento, la más alta de los últimos 15 años, aunque ligeramente por debajo del promedio mundial de 9,9 por ciento.
En Costa Rica la situación no es distinta, ya que si bien, en contexto de pandemia, el país no ha registrado grandes problemas para garantizar la disponibilidad de alimentos y tampoco figura entre los países con mayores niveles de prevalencia de subalimentación e inseguridad alimentaria grave, la crisis sí ha afectado la capacidad adquisitiva de la población socialmente sensible, por lo que resulta vital atacar las asimetrías socioeconómicas que limitan el acceso a los alimentos.
Según la escala de Inseguridad alimentaria, realizada por primera vez en el país en el 2020, el 16,42% de los hogares se vieron afectados por inseguridad alimentaria moderada o severa en el 2019. Se estima que 2 de cada 100 hogares tuvieron que haber pasado un día entero sin comer, debido a la falta de dinero u otros recursos para conseguir alimentos durante este año, y que las regiones con mayor prevalencia de inseguridad alimentaria en Costa Rica son: Huetar Norte, Chorotega, Pacifico Central y la Huetar Caribe. También se encontró que las mujeres jefas de hogar en Costa Rica sufren más de inseguridad alimentaria moderada-severa que los hombres en la misma condición
De acuerdo con un estudio realizado por la Contraloría General de la República sobre la eficiencia y eficacia de los servicios públicos agropecuarios para la disponibilidad agropecuaria nacional, se determinó que Costa Rica no maneja adecuadamente la seguridad alimentaria y se indicó que el país no dispone de mecanismos ni información sistematizada que permita a las autoridades del Gobierno determinar si existe o no suficiencia en materia de disponibilidad de alimentos.
En agosto de 2016, El Frente Parlamentario Contra el Hambre de América Latina, en conjunto con la Comisión de Agropecuarios presentan a la corriente legislativa, el proyecto de Ley Marco del Derecho Humano a la Alimentación y de la Seguridad Alimentaria y Nutricional. Que tenía como objetivo tutelar el Derecho Humano a la Alimentación, mediante la regulación del bien jurídico de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, este proyecto de Ley nunca fue aprobado.
Lo anterior, resalta la necesidad que tiene el país de establecer marcos legales que regulen la seguridad alimentaria, y mejoren los derechos en materia de salubridad en el país. Sin duda, hemos avanzado mucho en este aspecto, logros que posicionaron a Costa Rica en los lugares más bajos de inseguridad alimentaria de América Latina, sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer.
