Guido Sáenz, un apasionado de las artes

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Fabricio Otárola
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Guido Saénz : “La vida ha sido espectacularmente bondadosa conmigo”, extracto del programa en Primera Persona de Radio Universidad


Guido Sáenz falleció esta mañana (14/12/2021) dejando una larga estela de aportes a la cultura costarricense. 

En sus 92 años de vida, este pianista se empeñó en enmendar las políticas artísticas en Costa Rica tras convertirse en el primer viceministro de cultura, una cartera dirigida  por Alberto Cañas. 

“Beto Cañas fue el primer ministro de cultura y yo su viceministro” recuerda Guido Sáenz al preguntarle sobre los primeros días del ministerio de cultura. 

Corría la tercera administración de Jose Figueres Ferrer  ( 197-1974 ), cuando, su sensibilidad por la música le hizo imaginar una Orquesta Sinfónica Nacional de talla internacional. Establecida la meta, Guido se puso a trabajar para lograr una reforma en la Orquesta Sinfónica Nacional y cimentar las bases de la agrupación musical que es hoy. 

De igual manera, su empeño le hizo ponerse hombro a hombro con el director Gerald Brown hasta crear un programa de formación de talento musical entre la población joven y así lograr fundar la Orquesta Sinfónica Juvenil de Costa Rica. 

 

Guido Sáenz, pintor tardío

Con sesenta años, Guido Sáenz era un novato en la pintura. Sin embargo, la plástica estuvo siempre muy cercana en su casa. Saénz se describe como un pintor de olfato, pues el olor de los aceites con los que pintaba su madre le llamaron la atención desde niño. 

Aunque siempre había pintado anímicamente, Guido toma los pinceles y los pigmentos tras celebrar 6 décadas de vida. Su esposa, Daysi, le regaló una caja de pinturas “porque ya no trabajaba tanto” cuenta entre risas Sáenz.

Tras recibir el obsequio, las obras impresionistas de Guido Sáenz se fueron acumulando con los años hasta “las vacaciones” que tomó para convertirse en el ministro de cultura, entre 2002-2006, de la administración de Abel Pacheco. 

“Volví a coger los pinceles y volví  a retomar la pintura con tanto ahínco y pasión como otrora. Pinto con gran deleite. Se me pasan las horas y cuando me doy cuenta se me olvidó comer y se me está olvidando dormir, se me olvida hasta el cansancio” narra Guido Saénz en su historia resumida en el programa En primera persona.

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