La Rectoría de la Universidad de Costa Rica (UCR) ejecutó el despido del exdirector del Posgrado de Odontología, Otto Fernández López, quien fue denunciado en el año 2016 por un grupo de estudiantes de las especialidades de Odontopediatría y Prostodoncia, por cobros indebidos y malos tratos.
La resolución del rector Gustavo Gutiérrez, del pasado 11 de junio, pone fin al proceso, luego de un recurso de apelación y otro de reconsideración presentado por Fernández.
A finales del 2019, una Comisión Instructora Institucional recomendó al Sistema de Estudios de Posgrado (SEP), despedir a Fernández. El Decanato del SEP acogió esa recomendación pero ante los recursos presentados por Fernández, la decisión final recayó sobre la Rectoría, la cual determinó que el ahora exfuncionario no llevaba razón en sus reclamos.
En declaraciones dadas a Interferencia, de Radioemisoras UCR, el rector Gutiérrez indicó que el despido entró en vigencia desde el pasado 16 de junio.
“Esta administración está comprometida con garantizar el debido proceso, los principios de legalidad, transparencia y la justicia pronta y cumplida en la institución. Continuaremos tomando acciones para asegurar que los procesos disciplinarios lleguen a término de manera ágil y que las conductas inadecuadas sean sancionadas para seguir construyendo una universidad transparente y respetuosa de todas las personas”, dijo Gutiérrez.
Entre las denuncias publicadas años atrás por medios como el Semanario Universidad y La Nación, se señalaba el cobro de una “cuota voluntaria” para realizar entrevistas a los estudiantes postulantes al posgrado. Los estudiantes aseguraron que las entrevistas se realizaban en una vivienda de habitación y que la cuota de hasta $200 se justificaba para “gastos administrativos”.
Además de la cuota para la entrevista, los estudiantes denunciaron que se les pedía una “donación” de entre $14 mil y $21 mil para cursar las especialidades.
La cuota era planteada como voluntaria pero en la práctica se volvía obligatoria para poder cursar el posgrado e incluso a los estudiantes que se atrasaban con el pago se les cobraba una multa de hasta el 20%, según las denuncias.
Según un informe realizado por la Contraloría Universitaria, entre el 2009 y el 2015, el cobro de esa donación no tenía respaldo de estudios técnicos para su justificación y el dinero que se recaudaba era administrado por la Fundación de la Universidad de Costa Rica para la Investigación (Fundevi) con el fin de comprar materiales y equipo. En seis años, el posgrado recaudó, por este concepto, poco más de ₡200 millones.
La denuncia de los estudiantes también planteó que el director del Posgrado maltrataba verbal y psicológicamente, llamándolos: “idiotas, ignorantes, residentes de mierda, inutiles, infrahumanos”
Al director del Posgrado se le señaló también por supuestamente trasladar equipos de la UCR a su clínica privada y citar a los estudiantes a reuniones en horarios poco habituales.
En el 2016, los estudiantes denunciaron ante la Rectoría y el Consejo Universitario de la UCR. Por estos señalamientos, Fernández había sido separado del cargo.
