“Nosotros vamos a enfrentar un proceso electoral muy complejo por el contexto de crisis económica y de malestar que atraviesa el país. Además, es un proceso complejo porque el país va a tener que tomar decisiones políticas muy importantes en los próximos meses, algunas de las cuales seguramente van a ser objeto de discusión durante la campaña electoral y algunas de las cuales probablemente van a determinar el voto de los costarricenses. Es decir, vamos a ir a las urnas, probablemente a escoger entre distintas salidas de la crisis”, expresó Gustavo Román Jacobo, asesor político del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en entrevista con Interferencia de Radioemisoras UCR.
Román resaltó además que la desinformación es uno de los grandes retos que enfrentará el órgano electoral de cara a las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el 6 de febrero del 2022.
“La desinformación tiene un efecto y una potencia enorme desestabilizadora en las democracias (…) El esfuerzo que tiene que hacer una sociedad para blindarse contra el virus de la desinformación es enorme. Es un virus frente al que no somos inmunes, pero frente al que hay vacuna. La vacuna es el pensamiento crítico, la información y el periodismo profesional”, agregó el asesor del TSE.
Ante este panorama, Román advierte la necesidad de fortalecer al órgano electoral previo a los comicios presidenciales: “Necesitamos tener un proceso absolutamente blindado de credibilidad, porque es el armazón institucional que nos va a permitir resolver esto en paz y civilizadamente”.
Otra preocupación del TSE es el recorte presupuestario. A inicios de febrero, autoridades de la institución, entre ellas su presidente, Luis Antonio Sobrado, se reunieron en la Asamblea Legislativa con los jefes de fracción para solicitar que se reponga a la entidad una parte de los ¢2.610 millones que los diputados recortaron en el presupuesto del 2021.
Según el asesor del TSE, el recorte tiene efectos directos en las elecciones que se harán dentro de un año porque podría verse afectado el pago del servicio de seguridad perimetral informática, el cual es el escudo que protege los equipos informáticos del TSE de ataques maliciosos externos.
Otro de los servicios que se podrían ver afectado, según Román, es el alquiler del sitio de datos alterno del Tribunal, es decir, un respaldo de los datos electorales y civiles que se realiza en caso de que haya un ataque o colapso del sitio o edificio institucional.
“El presupuesto del Tribunal Supremo de Elecciones es apenas 0,37% del Presupuesto General de la República. Y para este año, conscientes de la situación fiscal del país, se hizo una propuesta presupuestaria 16% más pequeña. Lo que pasa es que adicionalmente nos aplicaron ese recorte al presupuesto. Yo creo que también es importante que los costarricenses lo sepan, que el TSE hace muy buen cacao con poco chocolate (…) Frente al recorte que sufrimos, sí entendimos que era una responsabilidad nuestra decirle a la opinión pública, decirle a la prensa y decirle a los diputados y a las diputadas de la Asamblea Legislativa que se estaba poniendo en riesgo la seguridad del proceso electoral”, explicó Román.
La propuesta del TSE ante los diputados es que les reintegren ¢600 millones del dinero recortado al presupuesto del Tribunal para el 2021 y además les transfieran parte de los fondos que se disminuyeron de la deuda política para la próxima campaña.
Román concluye que luego de la visita la reacción de los diputados fue positiva. “Creo que hubo una toma de conciencia de que el recorte fue hecho sin el cuidado debido y que este es un dinero que necesitamos”.
Vea la conversación completa con el asesor del TSE, Gustavo Román Jacobo, con Interferencia de las Radios UCR.
