Ojo con las “curas milagrosas”. Estos son mitos y hechos del dióxido de cloro.

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Entrevista por: David Bolaños (badavid93@gmail.com)
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Ante la difusión de la idea de que el dióxido de cloro funciona como cura o método preventivo contra la covid-19, en el programa Tiempo de Coronavirus conversamos la semana anterior con Ariel Alfaro, regente químico de la Universidad de Costa Rica (UCR) y con Earvin Montero, experto en toxicología clínica del Centro Nacional de Intoxicaciones. Esta es una transcripción de la entrevista en la que derriban mitos y hablan de hechos sobre esa sustancia.

¿Qué son el clorato de sodio y el dióxido de cloro y qué usos tienen diariamente?

-Ariel: Primero hay que hacer una aclaración: el MMS fue el primer producto que se trató de poner como cura, de estas que curan absolutamente todo. Eso era una combinación de clorito de sodio con ácido cítrico para activarlo. Se vio que tenía muchos problemas, especialmente irritaciones estomacales, diarreas y demás. Entonces hubo una disque reformulación, en lugar de ácido cítrico, se usó ácido clorhídrico para actuar.
Básicamente, las dos sustancias se usan en ciertas proporciones. Hay varios protocolos que las personas que lo están recomendando deben seguir para las dosis. Pero básicamente el clorito es uno más de la familia de los cloros para desinfección. Está el cloro gaseoso; está el hipoclorito, el cloro normal que conocemos de mercado; están los coritos y el más reciente que se ha usado en desinfección de superficies, de alimentos y de aguas, es el dióxido de cloro, que es tan activo que tiene que generarse in situ. No podemos tener dióxido de cloro almacenado mucho tiempo porque se descompone, entonces en el momento que se va a usar en aguas se tienen que hacer dos mezclas, en proporciones, con el ácido clorhídrico para generar el dióxido de cloro gaseoso.
El ácido clorhídrico lo podemos encontrar en el mercado de varias maneras, ácido industrial, ácido muriático que se usa mucho para tratamiento de maderas, inclusive para limpiar ciertas superficies.

En portales de internet y en redes sociales se recomienda el consumo de dióxido de cloro para curar el cáncer, VIH y el autismo. ¿De dónde se originan esas supuestas atribuciones?

-Earvin: Surgió principalmente gracias a Andreas Kalcker, que es una persona en Alemania que hizo varias series de libros o publicaciones relacionadas a ese tipo de productos. Lamentablemente la información que vienen esos libros no tienen ningún sustento científico, no tienen ninguna validez a nivel de método científico, a nivel de estudios. Entonces, al final de cuentas lo que trae es un extracto de testimonios, que no están comprobados, sobre la eficacia de ese producto en diferentes tipos de enfermedades. Lamentablemente, las enfermedades son muy variadas, vienen desde infecciones, enfermedades autoinmunes, enfermedades crónicas. Un solo producto es imposible que vaya a curarlas todas, cuando cada una tiene mecanismos distintos de fisiopatología y de síntomas.

Una de las afirmaciones que se usan para defender y persuadir sobre el uso del dióxido de cloro: el dióxido de cloro no es hipoclorito de sodio, por lo tanto, no es cloro. ¿Eso es cierto?

-Ariel: En el sentido estricto no es porque son productos completamente diferentes, pero hay mucha contradicción en lo que se dice en redes. Por ejemplo, hablan de compuestos 100% orgánicos, pero estas son sales inorgánicas, son oxidantes. Toda la familia de los cloros son oxidantes fuertes, como tales, van a reaccionar con cualquier materia orgánica con la cual hagan contacto. Entonces eso implica desde que entra a la saliva, en el momento en que pasa por el ducto gastrointestinal, hasta que llega al estómago, va a ir reaccionando. No hay manera de que sea un oxidante selectivo porque no hay un chip en el compuesto para decir: “esto es a lo que hay que atacar”. Donde haya materia orgánica él va a reaccionar y por eso se usa como desinfectante de aguas, precisamente.

Entonces, cuando hablamos de cloro o lejía, como se dice en España, o bleach en inglés, ¿estamos hablando de una serie de sustancias, no solamente el hipoclorito de sodio?

-Ariel: En la familia de los cloros hay más o menos siete tipos de compuestos diferentes que se usan en desinfección, unos más poderosos en el sentido de más agresivos, más enérgicos y otros un poco más suaves. El cloro, que le da el nombre a toda la familia gaseosos, es un gas verde, de hecho, fue la primera arma química que se usó en el mundo. Por eso se hizo la Convención de Armas Químicas. Los soldados franceses murieron todos destrozados en trincheras por las quemaduras de todas las vías respiratorias. Entonces son sustancias inclusive que pueden llegar a dañar bastante.

Entonces, para tenerlo claro, ¿el dióxido de cloro se puede decir que un cloro desinfectante?

-Ariel: Es un oxidante más de la familia de los cloros.

¿Qué información emplea el Centro Nacional de Control de Intoxicaciones para catalogar al dióxido de cloro? ¿Qué nos dice esa información sobre esa sustancia?

-Earvin: El dióxido de cloro se cataloga como un oxidante fuerte, como lo dijo Ariel, entonces el producto una vez que entra en el tubo digestivo va a empezar a reaccionar con cada una de las células que están rodeando el tubo digestivo y esto va a empezar a oxidar las membranas lipídicas y va a provocar síntomas como náuseas, vómitos, diarreas. Lamentablemente en algunos casos se dice que estos síntomas son normales, de que el producto está haciendo efecto y eso atrasa a las personas para buscar asistencia médica porque creen que es un efecto o una señal de que producto ya está actuando y está curando las enfermedades. Pero como tal, el producto es un oxidante fuerte y así se está manejando. Es un producto corrosivo, que puede provocar quemaduras, lesiones e irritación cada vez que pasa por el tubo digestivo.

¿De dónde proviene esa información que usted está suministrando, Earvin?

-Earvin: Eso es con respecto a diferentes tipos de artículos de evidencia científica. Nosotros como Centro Nacional de Intoxicaciones estamos constantemente investigando, en revistas científicas, en publicaciones recientes, con respecto a cada uno de los productos que salen nuevos, ¿cuál es su amenaza?, ¿cuál es su toxicidad? Y es por eso que nos hemos dado cuenta que el dióxido de cloro realmente es un producto oxidante, es un producto peligroso que puede provocar secuelas tanto a corto plazo como a largo plazo.

Hace unos días vi un video de una persona que consume dióxido de cloro aquí en el país e indicó que al inicio podría generar “síndrome de abstinencia”, pero ¿en realidad lo que está experimentando es efectos de intoxicación con una sustancia química?

-Earvin: Sí, estaría experimentando deshidratación. Muchas veces, en personas que toman mucho licor, se deshidratan y tienen cierta resaca. Eso es una deshidratación. Aquí ocurre lo mismo porque el producto está generando un exceso de pérdida de líquido, tanto por los vómitos como por las diarreas que produce.

¿No es que el producto está haciendo una limpia ni señal de que está funcionando?

-Earvin: Hay algunas personas que pueden resistir el ataque oxidante en el tubo digestivo y no tener ningún tipo de síntoma o de efectos secundarios. Sin embargo, a largo plazo pueden generarse efectos serios como alteración en la membrana del tubo digestivo, puede provocarse alteración de la flora bacteriana, porque el producto mata cualquier tipo de bacteria, por su acción biocida, y mata tanto bacterias buenas como bacterias malas. Entonces va a alterar la ecología de la flora bacteriana en el intestino y eso puede provocar un aumento de infecciones de bacterias oportunistas. Entonces, aunque se diga que no está haciendo ningún tipo de efecto en este momento, a mediano y largo plazo va a provocar efectos importantes.

En el programa Tiempo de Coronavirus conversamos la semana anterior con Ariel Alfaro, regente químico de la Universidad de Costa Rica (UCR) y con Earvin Montero, experto en toxicología clínica del Centro Nacional de Intoxicaciones.

La regencia química de la UCR hizo una revisión de literatura científica y publicó un pronunciamiento sobre el dióxido de cloro.¿Cuáles fueron las principales conclusiones? ¿Qué pasa con el dióxido de cloro una vez que uno se lo toma?

-Ariel: No estamos satanizando el dióxido de cloro. Se usa para desinfección de aguas. El problema es que tiene que estar en concentraciones muy bajas. De hecho, la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los EE. UU., EPA, por sus siglas en inglés) dice que tiene que estar a menos de 0.8 partes por millón, que es bastante bajo. En las combinaciones que se están ingiriendo van desde 33 partes por millón hasta 120, depende del protocolo que usted sigue. Entonces son concentraciones bastante más importantes que las que recomienda la EPA y la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, FDA por sus siglas en inglés) para desinfección de aguas.
Esas concentraciones aún no son tóxicas y eso dicen los defensores porque toman en cuenta solo la toxicidad aguda, pero puede dar efectos a largo plazo. La toxicidad crónica no se está tomando cuenta. Y uno de los estudios más interesantes fue el que se hizo con monos, me parece que eran macacos. Se siguió por casi un año, ingiriendo desde una parte por millón hasta 100 partes por millón, y una de las características principales es que se produce cantidades importantes de cloroformo. El cloroformo es un derivado clorado también, pero la particularidad es que es cancerígeno y se encontraron cantidades importantes en testículos de los monos.
Entonces, personas que lo están tomando ahora no van a sentir ningún efecto, pero perfectamente dentro de 50 años pueden tener afecciones como estas.
¿Hacia dónde se distribuye? Bueno, el dióxido de cloro no se distribuye grandemente porque en el momento que ingresa ya empieza a reaccionar y forma los cloritos y forma los cloruros. Eso pasa desde la lengua a la saliva, todo el tracto gastrointestinal hasta cuando llega el estómago y empieza a reaccionar.
Hay una frase muy interesante que los defensores de esta sustancia dicen, que es que se descompone en cloruros y oxígeno, y que el oxígeno oxigena la sangre. La única manera de que el oxígeno llegue a la sangre y realmente se dé el transporte adecuado es a través de los pulmones. Usted no puede inyectar a una persona oxígeno en las venas y que esta se absorba, es imposible, está hecho para que ingrese por el sistema respiratorio. Al revés, es lo que ocurre, el CO2 es el que pasa de la parte celular a las venas para ser transportado para purificar, para hacer el intercambio, para que ingrese oxígeno. Lo que están haciendo, según ellos, es volteando completamente el sistema respiratorio y que el oxígeno va a ingresar por donde sale el CO2. Es imposible eso.

¿Puede generar alergias en la piel?

-Ariel: Si el ácido clorhídrico le cae en la piel, le puede generar quemaduras. Y hay que ver cuál concentración está usando porque mucha gente compra concentrado. Porque eso es otra cosa, dicen que lo preparan en casa y las personas no saben cómo almacenar los productos químicos, dónde almacenarlos, bajo qué condiciones y en qué proporciones hacer la mezcla. Aunque siguieran la receta, la reacción no es 100%, ninguna reacción en la naturaleza es al 100%, todas bajan. Entonces muchas de las sustancias que usted agrega, van a ser las sustancias originales.

-Earvin: Con respecto a lo que comentaba Ariel de la producción en casa, cuando se utiliza el activador, el ácido clorhídrico y el clorito de sodio, hemos tenido situaciones en que al formarse la reacción se generó una gran cantidad de gas, un gas irritante que justamente es dióxido de cloro. Este dióxido de cloro gaseoso ha provocado irritación, mucha tos, dificultad para respirar y dificultad a nivel de hablar y a nivel de tragar, porque irrita las vías respiratorias una vez que se inhala. Justamente esta semana tuvimos un caso, hace un par de días, de una persona que inhaló el dióxido de cloro concentrado y tuvo ese tipo de sintomatología. Entonces estamos ante situaciones que se están dando ya en Costa Rica, y que van a generar muchos efectos y riesgos también en las personas.

Otra afirmación que circula en redes sociales es que es inocua porque se utiliza para la desinfección de sangre para transfusiones. ¿Se utiliza para ese propósito médicamente?

-Earvin: Eventualmente se puede utilizar en diferentes tipos de proceso, pero en Costa Rica únicamente está avalado para sanitización, para potabilización de agua, que de hecho tenemos registro sanitario para eso, a 0.8 partes por millón. Aparte de eso, para blanquear madera, blanquear pulpas, pero no hay ningún tipo de registro para su uso a nivel de en transfusiones sanguíneas.

-Ariel: Esto de la sangre, los defensores lo que dicen es que hay una patente a nivel mundial para desinfectar sangre y que la pueden usar en transfusión. La sangre no se puede alterar, porque no sería sangre. Es que no leen lo que están compartiendo. La patente lo que habla es de desinfección de partes de la sangre, o sea, básicamente glóbulos u otras cosas para otros usos, pero no habla de la sangre como un todo.
Otra cosa muy importante es que las patentes no dan seguridad de que vaya a funcionar, simplemente es una protección intelectual de una idea. Yo puedo decir que voy a hacer un chancho volador, por decir algo, y si no hay nada parecido, la protección intelectual de mi idea se patenta, que yo lo vaya a hacer funcionar es otra cosa.

¿Puede equipararse el supuesto uso que se da para covid-19 y la potabilización de agua? ¿La una demuestra la inocuidad de la otra?

-Earvin: No, no, porque estamos en situaciones distintas. Para la potabilización de agua, lo que dice la agencia reguladora de potabilización es que la cantidad máxima es de 0.8 partes por millón y hay personas que están comercializando el CDS, el MMS, a 3.000 partes por millón. Estamos en una disparidad totalmente alta, de casi 4000 veces la cantidad máxima que se puede utilizar para potabilizar. Evidentemente, algo más concentrado va a provocar más efectos tanto a corto como a largo plazo y va a provocar más síntomas y riesgos en todo el tracto gastrointestinal una vez que es absorbido.

¿Cuán riesgoso es que las personas manipulen estas sustancias químicas a cálculo propia en sus hogares, o que la compren ya hecha en una botella en un sitio de Internet o a un distribuidor no autorizado?

-Earvin: Hay casos de personas que han consumido el producto totalmente directo, concentrado, sin diluirlo previamente. Esas situaciones se han dado en Argentina, en Bolivia, donde personas han fallecido por el uso incorrecto de del producto. Entonces, más allá de que el producto no trata ninguna enfermedad, también está el riesgo del mal uso del producto en personas que querían intentar utilizarlo para curarse de algo. Eso con respecto al producto ya preparado. Con respecto al producto que viene en forma de kit, el riesgo es su preparación, estamos haciendo un laboratorio en casa, sin los instrumentos adecuados, sin el equipo adecuado, sin la preparación técnica adecuada para generar una reacción y tenemos el riesgo de intoxicarnos con los vapores que se están generando.

-Ariel: El problema es que no hay ningún control estricto en la calidad de los productos que se están preparando. Si es ácido clorhídrico lo compran concentrado del 32% al 36%, lo ponen por decir algo en materiales de hierro para hacer la preparación, el ácido disuelve el hierro, entonces estaríamos consumiendo otros productos aparte de eso. No sabemos si es ácido clorhídrico industrial o de laboratorio que se consume o es ácido muriático, porque para abaratar costos compran lo más barato y las etiquetas no traen ningún tipo de información. Y perfectamente le están metiendo otro producto. El dióxido de cloro es muy inestable, con la luz solar se descompone y tal vez de ahí viene la confusión también muchas veces, porque ellos dicen que produce oxígeno, sí, el dióxido de cloro produce oxígeno porque se descompone con el tiempo, con la luz solar en oxígeno y en cloro, pero cuando ingresa en el cuerpo es otra reacción completamente diferente.

-Earvin: Con respecto al mito de que oxigena el cuerpo más bien es todo lo contrario. Tanto los cloruros, cloritos y cloratos pueden absorberse a nivel sistémico, a nivel de la sangre y provocar hemólisis, que es que el glóbulo rojo se va a romper por la capacidad de oxidante de estos componentes y también se va a provocar algo que se llama metahemoglobinemia, que es cuando la hemoglobina tiene una incapacidad para transportar oxígeno, entonces más bien esta sustancia en grandes cantidades, un uso crónico o constante puede provocar una disminución del cuerpo de transportar oxígeno en la sangre.

¿El Centro Nacional de Control de Intoxicaciones registra casos de personas con efectos adversos por el consumo de dióxido de cloro?

-Earvin: Desde que inició la pandemia hemos visto un aumento en la cantidad de llamadas sobre personas que quieren consultar cuál es el riesgo, cuáles son los síntomas que eventualmente pueden tener, cuáles son las contraindicaciones. Pero ya hemos tenido varios casos de intoxicaciones como tal. Como les decía, justamente esta semana tuvimos un caso de una persona que inhaló los vapores del producto e inició con síntomas que ameritaron llevarla al centro médico. Lamentablemente no solamente es el riesgo de la persona que lo consume, sino de toda su familia. Si lo ponen en la refri, para evitar que se descomponga, hay personas que pueden llegar a creer que es una bebida y tomar una gran cantidad del producto concentrado. Pueden llegar niños, consumir el producto y estar ante un caso de quemadura, un caso de corrosión del tubo digestivo, porque producto está concentrado.

Hace unos días, la cadena televisiva CNN y otros medios de comunicación informaron de que en Argentina autoridades de Salud habían reportado una muerte de un niño por consumo de dióxido de cloro. El Centro Nacional de Control de Intoxicaciones ha revisado información sobre este caso. ¿Estos reportes son fiables?

-Earvin: Nosotros como Centro Nacional de Intoxicaciones formamos parte de una red de centros de Centroamérica y Latinoamérica, y ahí se está compartiendo información verídica. Lamentablemente lo que sucedió en Argentina fue un niño pequeño al que para prevenir que tuviera covid-19 los padres de familia le dieron el producto y el día siguiente murió. Tuvo una falla multiorgánica, secuelas en sus órganos a nivel de riñón, a nivel de corazón, a nivel del hígado. Y lo único que consumió, que fue diferente a lo usual, fue el dióxido de cloro el día anterior.

Usuarios en redes sociales nos comentaron que consumen el dióxido de cloro y que no se han intoxicado ni han sentido un efecto inmediato. ¿Eso prueba la inocuidad de una sustancia?

-Ariel: No, por supuesto que no, porque ahí lo que estamos tomando en cuenta, nada más, son los efectos inmediatos, la toxicidad aguda y no la toxicidad crónica. Hay mucha palabrería en internet y sin ningún tipo de base. Un estudio toxicológico para que sea serio no es cuestión de una semana o dos semanas, son años los que hay que darle seguimiento y a una población grande.

Otro tipo de comentario que nos hacen es que lo han consumido y que se sienten sanos, que dejaron de tener estreñimiento o alguna condición médica. ¿Eso es prueba de que una sustancia química, independientemente de la que sea, funciona como medicamento?

– Ariel: No, hay que recordar que muchas de las enfermedades que padece actualmente el ser humano son psicosomáticas. Y también hay que ver el efecto placebo, porque si yo en lugar de decir “dióxido de cloro” habría dicho “agua de azúcar” y le doy a la gente, que el 80% son asintomáticos o con síntomas leves, y les digo que se curaron por eso, ellos lo van a creer.

¿Qué se necesita para confirmar que una sustancia química, la que sea, es un medicamento?

-Earvin: Va por etapas. La etapa preclínica, donde el producto se analiza a nivel de tejidos y células para ver cómo reacciona. Luego se prueban en animales para evaluar seguridad en ese tipo de animales. Y luego una fase clínica en personas sanas, se aplica el medicamento únicamente para evaluar seguridad, que no genera ningún tipo de efectos secundarios, ningún tipo de secuela o reacción adversa. Una segunda fase es en un grupo pequeño de personas enfermas a las que se le aplica el medicamento y se evalúa su eficacia, si realmente el producto va a generar una mejora en los síntomas, una curación completa de la enfermedad, una disminución de la mortalidad. Una tercera fase son grupos mucho más grandes de personas enfermas a las que se le aplique el medicamento y se evalúa tanto seguridad como eficacia, a corto y a largo plazo. Al pasar las tres fases es que el medicamento se puede comercializar y se puede registrar como medicamento. Pero no podemos hacer eso con el dióxido de cloro porque no ha pasado ninguna etapa ni en Costa Rica ni en ninguna otra parte del mundo.

-Ariel: Desde que se descubre un producto hasta que sale a la venta, en todas esas etapas, pasa un promedio de 10 a 12 años. En Estados Unidos, de cada diez productos que se les hacen los estudios para ingresar al mercado, solo uno lo aprueba, lo que implica es que es muy riguroso.

 

*** Entrevista completa acá
Colaboraron: David Chavarría y Hulda Miranda
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