Tres jóvenes de la provincia de San José aseguran que en la clínica Solón Núñez (en Hatillo) y en el Hospital San Juan de Dios les negaron la prueba de covid-19 por lo que posteriormente pagaron el servicio en un laboratorio privado y el resultado fue positivo.
Dos de ellas son mujeres de 30 y 31 años. Una pidió ser identificada solo con el apellido Montes y la otra prefirió reservar por completo su identidad. El tercer paciente es un hombre de apellido Cerdas.
Estas tres personas viven en una misma casa, junto con un cuarto compañero quien también resultó positivo, pero él no había solicitado los servicios de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
Según narraron a Interferencia, la primera en presentar síntomas fue la joven de 30 años, quien el lunes sintió dolor de garganta, de cuerpo y luego perdió el olfato. Por ello, el miércoles 13 de agosto pidió ser atendida en la clínica Solón Núñez, donde le indicaron que no era covid-19 sino una “gripe normal” y la incapacitaron por tres días. De acuerdo con el testimonio, no le realizaron la prueba de detección del nuevo coronavirus.
Al día siguiente, la joven siguió con síntomas como tos y dolor muscular. También Montes empezó a presentar síntomas.
“No tenía olfato ni paladar. No me quisieron atender en la clínica, el guarda me dijo que no me iban a atender por no tener seguro”, narró Montes. La Caja ha informado que atenderá a personas sin seguro si presentan síntomas de covid-19.
El mismo jueves por la noche, Cerdas decidió ir al hospital San Juan de Dios debido al cuadro de síntomas que presentaban sus compañeras de casa. Según dijo, fue porque le preocupaba tener la enfermedad y contagiar a otros sin saberlo.
“Decidí ir por responsabilidad, porque en mi casa había personas con síntomas. Me tomaron la temperatura y signos vitales y me dijeron que como no tenía síntomas ni antecedentes no se realiza (la prueba) ”, relató Cerdas.
Montes, por su parte, narró que los síntomas empeoraron en ella y en la otra joven. Por eso los cuatro ocupantes de la casa decidieron practicarse la prueba en un laboratorio privado que hace visitas a domicilio. El costo por las cuatro personas fue de ¢220.000. Interferencia tiene copia de esos exámenes.
“Todos salimos positivos y es donde nos ponemos a pensar qué hubiera pasado si no tenemos la capacidad para pagar esa prueba y que tampoco es que la tengamos, simplemente por responsabilidad lo hacemos, porque no podemos poner en riesgo a las personas donde laboramos, viendo que uno de nuestros compañeros es asintomático”, relató Montes.
Cerdas añadió: “A nosotros no es que nos sobre el dinero, pero gracias a Dios tuvimos la posibilidad de pagar la prueba por privado y el resultado fue positivo. Al parecer soy asintomático. Habrá gente que no tiene dinero ahorita ni para comer ni para pagar un alquiler, menos para una prueba de estas”.
Este grupo de personas labora en comercios como venta de comida rápida, supermercado, farmacia y una de ellas es trabajadora independiente. Ellos cuestionan que, de no haber hecho la prueba por aparte, hubiesen seguido laborando exponiendo a sus compañeros y a usuarios de esos servicios.
Sus ingresos económicos se han visto reducidos por la pandemia, por lo que lamentaron haber tenido que emplear dinero que era para sus gastos de alquiler y alimentación.
“Estamos tratando de ser responsables y no nos ayudan, ese es el malestar”, indicó Montes.
También reprocharon que ni el Ministerio de Salud ni la Caja se habían puesto en contacto con ellos, por lo que carecen de una orden sanitaria que requieren para ausentarse de sus labores. “En los trabajos nos las exigen”, dijo Montes, quien además comentó que en el pasado ella fue diagnosticada con asma y que se ha sentido muy mal estos días.
Aseguran que el laboratorio les informó que trasladaría los datos al Ministerio de Salud y que incluso ellos llamaron, pero les respondieron que debían esperar a ser contactados.
Interferencia consultó ayer a la CCSS y hoy al Ministerio de Salud sobre este caso. En ambas instituciones se informó que la consulta está en trámite.
Meses atrás un adulto mayor denunció que en la clínica Marcial Fallas le negaron la prueba en dos ocasiones.
También a una mujer le negaron la prueba en el Ebáis del cantón de Mora y en el Hospital San Juan de Dios.