El amplio respaldo ciudadano tras los dos primeros meses de pandemia se desdibujó. La imagen del mandatario y su Gobierno se desploma y vuelve a las cifras de antes. Regresa también la preocupación por el elevado nivel de desempleo y por la situación económica, aunque el coronavirus se mantiene dentro de las principales angustias y la gran mayoría del país prefiere acatar las medidas sanitarias.
La imagen del presidente Carlos Alvarado y su Gobierno regresaron a la impopularidad habitual, luego de un periodo fugaz de aprobación que se dio hace cuatro meses cuando la cifra de pacientes con coronavirus todavía se contaba en cientos y no en miles y el impacto económico de la pandemia se sentía con mucha menos fuerza que ahora.
Ahora, en medio de la segunda ola de covid-19, el mandatario volvió a tener un bajo porcentaje de apoyo, apenas por encima del que recibía antes de la pandemia, según muestra la encuesta más reciente del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La evaluación sobre el mandatario se desplomó desde el 65% que la consideraba positiva en abril pasado, a un 26% en agosto. Mientras las opiniones negativas aumentaron de un 20% a un 50%.
La misma tendencia se observa con respecto al Gobierno, sobre el cual solo 30% tienen opiniones positivas (bueno y muy bueno), frente a 46% que consideran que está mal o muy mal y 24% que opinan que es regular. Hace cuatro meses, apenas 9% reprobaban la gestión del Gobierno, frente a una mayoría de 75% que la avalaban.
En la nota general de valoración política, el Gobierno solo alcanza un 5,1, mientras que en abril tenía una calificación de 6,9.
La caída en la popularidad del Gobierno de Alvarado coincide con un mayor pesimismo de la ciudadanía sobre el rumbo del país. Aunque el coronavirus sigue siendo motivo de preocupación, ya no ocupa el primer lugar en ese lista. El desempleo volvió a ser el principal motivo de angustia en la ciudadanía, como lo era antes de la pandemia. En tercer lugar se ubica el costo de la vida y la situación económica del país.
De hecho, la mayoría de las personas sigue apoyando las medidas relacionadas con la contención del virus, como el uso de mascarillas y la restricción vehicular, pero la situación cambia cuando se trata de restricciones comerciales sobre las cuales hay menos respaldo u opiniones divididas.
El estudio de opinión elaborado por el CIEP está basado en 877 entrevistas realizadas entre el 3 y 11 de agosto a costarricenses mayores de 18 años, por medio de llamadas a su teléfono celular. Los resultados son representativos de todo el país y uniformes en los distintos segmentos demográficos. El margen de error es de 3 puntos hacia arriba o hacia abajo de cada resultado. .
La encuesta terminó dos días después de que trascendiera un paseo de fin de semana del presidente con su familia. La prensa informó que el mandatario y su familia viajaron en un helicóptero del ministro de coordinación con el sector privado, André Garnier, y que el descanso fue en el hotel Punta Islita, también vinculado a ese funcionario.
El equipo que coordinó la encuesta indicó que en los resultados podría verse reflejado parcialmente un posible efecto de la polémica que se dio por los gastos del presidente en ese viaje.
De hecho, el Ministerio Público abrió una investigación con el fin de determinar si Alvarado recibió alguna dádiva, aunque él ha asegurado que pagó por todos sus gastos.
El grupo coordinador de la encuesta está formado por los investigadores Rónald Alfaro, María José Cascante, Jesús Guzmán y Juan Pablo Sáenz.
Desempleo preocupa más que el mismo coronavirus
El 28 de abril pasado, cuando se publicó la encuesta anterior del CIEP, Costa Rica tenía dos meses en pandemia, se contabilizaban 705 casos de pacientes con covid-19, seis personas fallecidas y el impacto económico apenas empezaba a notarse.
Cuatro meses después, son más de 27.000 casos confirmados y cada día se agregan cientos de pacientes. Además, casi 300 personas han fallecido.
El golpe a la economía empieza a ser cada vez más fuerte en comercios y hogares. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) reportó el 6 de agosto que el desempleo alcanzó la cifra histórica de 24% en el segundo trimestre del año, esto es 12,1 puntos porcentuales por encima del mismo periodo del 2019. Según esos datos, 551.000 mil personas están sin trabajo.
En ese contexto, la falta de empleo vuelve a ser considerado lo que más afecta al país, según opinan tres de cada diez personas (27,95%). Esta preocupación ha estado presente desde el 2013, destacaron los investigadores del CIEP.
En la reciente encuesta, 53% de las personas indicaron que su núcleo familiar se vio afectado por pérdida de empleo, ya sea por ellos mismos o por miembros de su familia. En la medición anterior, 46% dijeron haberse quedado sin trabajo.
Mientras que en abril 52% de las personas declararon que su jornada había sido disminuida, en agosto el 67% dijo que ellos o alguien de su familia nuclear sufrió esta afectación.
Además de la falta de empleo, las otras inquietudes relevantes son el coronavirus (24,84%), el costo de la vida y situación económica (19.21%) y la mala gestión del Gobierno (11,55%).
Si bien el pesimismo ciudadano sobre el rumbo del país ha sido una constante, incluso desde antes del inicio de la actual administración, la negatividad se pronunció en el marco de la pandemia. Hace cuatro meses siete de cada diez personas consideraban que la situación económica del país era mala o muy mala; ahora, ocho de cada diez opinan de esa manera, según la última encuesta del CIEP.
Confianza se derrumba
En concordancia con el panorama anterior, también cayó la confianza de la ciudadanía sobre las decisiones del Gobierno para afrontar la pandemia. En abril, una amplia mayoría (75%) confiaba en las medidas tomadas para contrarrestar la crisis, mientras que ahora lo hace menos de la mitad de las personas (46%).
Quienes dicen desconfiar son 27%, mientras que hace cuatro meses eran solo 7%.
Incluso entre quienes votaron por Carlos Alvarado para presidente solo la mitad sigue teniendo fe en las decisiones del Gobierno para afrontar la crisis. Mientras que entre quienes habían apoyado al candidato conservador Fabricio Alvarado, 38% desconfía de las acciones que emprende el actual Gobierno.
Durante la medición de la pasada encuesta del CIEP, las medidas gubernamentales se dirigían a evitar la propagación del virus SARS-Cov-2, con restricciones vehiculares y cierre de negocios. Tras los primeros dos meses de pandemia casi todo el país (94%) apoyaba esas medidas. Ahora tienen respaldo, pero es menor (69%) y han surgido cuestionamientos sobre decisiones como los periodos de “martillo”, en los que hay más restricciones a comercios.
El reclamo ciudadano en esta segunda ola es que se tomen acciones ante la debacle económica, una tarea que el Gobierno no tiene nada fácil ante un panorama fiscal débil y la resistencia del Congreso por aprobarle recursos de préstamos.
Las medidas económicas propuestas por la administración Alvarado son avaladas solamente por 27% de las personas; un porcentaje igual se mantiene neutro, pero el 44% se muestra negativo.
El mes pasado, el Ejecutivo logró la aprobación de un segundo presupuesto extraordinario en el que se incluía dinero para más bonos Proteger, una de las principales estrategias para apoyar a las familias que vieron sus ingresos disminuidos. La aprobación solo se dio luego de un pulso con la Asamblea que exigía más recorte al gasto.
Ante la difícil tarea y las críticas de distintos sectores, el Gobierno ya hasta abrió canales para que la población envíe sus ideas.
Sí creen que hay pandemia y sí ‘hacen caso’
El descontento ciudadano por el manejo del aspecto económico y la desmejora de la imagen del Gobierno no menguaron el respaldo en las medidas tomadas para evitar una crisis sanitaria mayor. Con base en los resultados de la encuesta, podría decirse que el país sí “hace caso”, haciendo alusión a la exhortación reiterada del ministro de Salud, Daniel Salas, para que la población cumpla las medidas sanitarias.
El 95% de las personas dice que prefiere seguir las instrucciones sanitarias para protegerse y proteger a los demás sobre apenas un ínfimo 1% que rechaza la necesidad de aplicar medidas sanitarias.
La encuesta del CIEP abarcó las actitudes frente a la pandemia, en una escala de 0 a 100, donde la cifra más baja implica rechazo y conforme aumenta el número hay más apoyo.
El uso de mascarillas tuvo una nota de 97, la restricción vehicular de 86 y las reuniones con familiares y amigos de 86.
Las opiniones se dividen en torno a los cierres de bares y restaurantes, aperturas de iglesias o ingresos de turistas. Mientras que la prohibición de abrir comercios en general apenas tiene una calificación de 13, lo cual coincide con la preocupación por la necesidad de reactivar la economía.
UCR, Salud y la Caja tienen mejor imagen ante la ciudadanía
El informe del CIEP indica que la ciudadanía ha puesto especial atención a las acciones y respuestas de las instituciones en la atención de la crisis.
Las instituciones que aparecen mejor evaluadas son la Universidad de Costa Rica (con nota promedio de 8,6), el Ministerio de Salud (8,2) y la Caja Costarricense de Seguro Social (8,1).
Desde meses atrás, la Universidad de Costa Rica empezó a colaborar en distintas áreas como creación de productos y desarrollo de medicamentos para contrarrestar al virus. Entre ellos está un suero a partir de plasma de caballos, el cual se elabora en el Instituto Clodomiro Picado, y que ha demostrado ser capaz de inhibir al virus SARS-Cov-2. Actualmente está siendo probado en pacientes.
En la encuesta del CIEP, las instituciones y organizaciones sociales peor evaluadas son los partidos políticos (3,8), sindicatos (5), Asamblea Legislativa (5) y el Gobierno (5,1).
